"Si Montesinos es juzgado en Perú, será condenado a cadena perpetua"
José Ugaz. Procurador especial para el 'caso Montesinos'
Desde hace una semana, su vida ha cambiado radicalmente. En él y su equipo de colaboradores está depositada la esperanza de cientos de miles de peruanos maltratados por un régimen que se desmorona. José Ugaz Sánchez Moreno, 41 años, abogado penalista y autor de Prensa juzgada -resumen de los ataques a la libertad de prensa en los últimos 30 años-, reconoce que la responsabilidad le abruma. "Lo que no deja de abrumarme es la expectativa que esto ha despertado en el país, y creo que tiene que ver con una sensación de frustración e impotencia que los peruanos hemos venido acumulando de la mano del temor durante muchos años", dice. "Montesinos resume toda la maldad y lo pernicioso que puede haber detrás de un esquema montado para mantener a un país en vilo. Más emoción que tenerlo delante y poder interrogarlo será la que sentiré el día en que efectivamente se haga justicia, pueda ser sancionado y pague a la sociedad peruana todo el daño que le ha hecho".Pregunta. ¿Y si no se hace justicia?
Respuesta. Habrá que ver porqué no se hace justicia. Si es porque hay otros intereses o porque las autoridades no tienen la voluntad para ello. En lo que a nosotros corresponde, lo denunciaremos y nos apartaremos de esta investigación. E iniciaremos una batalla de otra naturaleza contra los responsables de la impunidad.
P. Usted ha propuesto una ley para crear una fiscalía anticorrupción.
R. Estamos recibiendo mucha información espontánea de gente que quiere colaborar y al mismo tiempo tenemos cada vez más evidencias de que hay un conjunto de personas vinculadas a Montesinos que manejan información, pero que están atemorizadas porque han participado en hechos delictivos. La idea es relevar a estas personas de responsabilidad penal para que puedan colaborar para profundizar las investigaciones. En este marco estamos trabajando en la creación de una fiscalía nacional anticorrupción que permita tener un equipo de fiscales dedicado a la investigación de casos de corrupción. Para ello proponemos una ley que se apruebe con carácter de urgencia por el Congreso.
P. ¿Cree usted en la buena voluntad de Fujimori para llegar hasta el final en la investigación del caso Montesinos?
R. Creo en lo que veo. Hasta ahora he visto que Fujimori me ha pedido que asuma esta responsabilidad a pesar de que sabe que no simpatizo con el régimen. Cuando acepté el cargo, pedí garantías al presidente de que tendría total independencia para trabajar. Lo aceptó de inmediato y me garantizó que no permitiría ningún tipo de interferencia. Creo que si el presidente tuviera algo que ocultar no habría pensado en una procuraduría independiente, sino en alguien que buscara ocultar evidencias y apañar responsabilidades, como ha sido el estilo del régimen durante mucho tiempo.
P. Pero empiezan las acusaciones contra el procurador especial, que dicen que sólo pretende encubrir a Fujimori.
R. Bueno, Perú se ha convertido en los últimos años en el país de la sospecha, precisamente porque Montesinos y su aparato corruptor y de inteligencia han hecho un trabajo psicosocial muy amplio. Por tanto, era de esperar que apareciera este tipo de versiones que afirman que estoy comprometido con el presidente y a ocultar su responsabilidad porque he tenido dos o tres reuniones con él. También han aparecido versiones que dicen que he recibido jugosas prebendas, dadas mis supuestas vinculaciones con el hermano del presidente. Es todo falso.
P. ¿Como procurador especial cuenta con los medios necesarios para investigar hasta las últimas consecuencias?
R. A estas alturas lo único que tenemos es un equipo de seguridad que el Estado nos ha asignado, pero no contamos con ningún recurso. Hemos solicitado desde teléfonos hasta una asignación presupuestaria para trabajar con la autonomía que esto requiere. Si queremos hacer una investigación en serio, tenemos que contratar a expertos financieros en rastrear movimientos de dinero en el extranjero y a distinta gente que esté a la altura de la envergadura del caso. El ministro de Justicia se ha comprometido a presentar al presidente nuestros requerimientos.
P. ¿Su misión terminará cuando Montesinos esté sentado en el banquillo de los acusados?
R. Como procuradores somos abogados y no fiscales ni jueces, es decir, no tenemos ninguna decisión sobre lo que vaya a ocurrir en el proceso. El mandato que se nos ha conferido es muy amplio. Nuestra función debería terminar, si no hay problemas en el camino, con la finalización del proceso.
P. No es la primera vez que se acusa a Montesinos de algunos de los delitos que están hoy sobre la mesa, y el presidente siempre salió en defensa de su asesor. Cuesta creer que Fujimori esté libre de toda sospecha.
R. Creo que hay que separar las responsabilidades políticas de las penales. ¿Por qué el presidente no tomó la decisión de separarse o de cesar en sus funciones a alguien que había incurrido en un delito? Éste es un tema de responsabilidad política. De ahí a afirmar que por eso el presidente de la República es coautor o cómplice de estos delitos creo que hay un largo trecho.
P. ¿A quién correspondería iniciar una acción penal contra Fujimori por los delitos de que se acusa a Montesinos?
R. Por supuesto que si la Procuraduría llegara a tener conocimiento de que hay indicios de hechos delictivos podría perfectamente impulsar una investigación contra el presidente de la República. Investigación, sin embargo, que tiene límites legales, porque, de acuerdo a la Constitución, mientras el presidente esté en funciones solamente puede ser procesado por cuatro situaciones que están específicamente detalladas en la Constitución, y la condición de hechos o de delitos comunes no es una de esas posibilidades.
P. ¿Qué condena le espera a Montesinos si es juzgado en Perú?
R. Cadena perpetua. Hay delitos, como el lavado de dinero o el tráfico ilícito de drogas, que tienen esa máxima sanción, y a él se le aplicaría la pena máxima, no sólo por la gravedad de los hechos, además involucrado en actos de asesinato y tortura, sino porque ha sido un funcionario público de la máxima jerarquía. Por tanto, tiene todas las agravantes y, curiosamente, se le aplicaría la dureza de un sistema legal que él mismo diseñó.
P. ¿Hacer justicia en Perú significa únicamente condenar a cadena perpetua a Montesinos?
R. En primer lugar significa sancionar a los responsables de estos hechos graves; en segundo lugar, reparar a las víctimas, y en tercer lugar, sanear el país. Esto no se puede volver a repetir en la historia de Perú. Y eso determinará un tremendo esfuerzo para reconstruir instituciones e identificar a todos los que fueron, de alguna manera, aliados de este personaje y que esas personas no vuelvan a tener acceso a la función pública. Hay que reconstruir la estructura de un Estado democrático que nos fue arrebatada hace mucho tiempo.
P. ¿Ha habido en Perú otro caso de corrupción similar al que tiene a Montesinos en el punto de mira?
R. De esta dimensión, jamás. Creo que es el caso de corrupción más importante de la historia republicana de este país.
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