El Gobierno pide a las empresas que no suban precios para ceñir la inflación al 2%

El Gobierno quiere que las empresas encajen el encarecimiento de la factura del petróleo y no trasladen a los precios de sus productos la subida del barril de crudo, pese a que éste se ha triplicado en dos años. El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, pidió ayer a los empresarios que no eleven sus precios para "evitar una espiral de precios y salarios" y lograr que la inflación vuelva al entorno del 2%, casi la mitad del 3,7% actual.

Menor impacto

El Gobierno quiere que las empresas encajen el encarecimiento de la factura del petróleo y no trasladen a los precios de sus productos la subida del barril de crudo, pese a que éste se ha triplicado en dos años. El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, pidió ayer a los empresarios que no eleven sus precios para "evitar una espiral de precios y salarios" y lograr que la inflación vuelva al entorno del 2%, casi la mitad del 3,7% actual. "No hay que proyectar en aumentos de precios el coste de la energía para evitar caer en una espiral inflacionista, y quiero aprovechar esta ocasión para pedirles que no lo hagan", dijo el ministro ante cerca de un millar de empresarios y directivos de empresa en la clausura de las jornadas del Círculo de Economía.El ministro de Hacienda hizo esta petición sin aludir a nuevas medidas de aumento de la competencia y ante un auditorio que sigue la regla del mercado de que los precios suben cuando las empresas tienen posibilidad de hacerlo y bajan cuando hay competencia o necesidad de llevarlo a cabo.

Esta petición del ministro de Hacienda se produce en un momento en el que la inflación está dando muestras de descontrol. La tasa anual de precios está instalada por encima del 3% desde mediados de este año y con tendencia a subir. La inflación se ha acelerado desde que se desató la subida del petróleo antes del verano y la peseta y el euro empezaron a debilitarse frente al dólar, la única moneda en la que se paga la factura del crudo.

Montoro admitió que la subida del petróleo puede restar vigor al crecimiento económico el año que viene. Sin embargo, no se apartó del objetivo de crecer el 3,6% el año próximo, frente al 4% en este. Este cálculo ya está incluido en el proyecto de Presupuestos Generales del Estado para el año 2001, pese a que se cuadró a finales de septiembre, cuando la crisis del petróleo empezaba. La previsión del Gobierno es que, pese a la reducción del crecimiento, el paro siga bajando y se creen en torno a 380.000 nuevos empleos. A juicio de Montoro, lo esencial es que el crecimiento económico siga siendo mayor que la inflación, algo que "es la primera vez que se produce en España" y que es la base de un crecimiento sano.La atención del Gobierno está puesta ahora en el resultado de la inflación al acabar este mes. Si la tasa rebasa el 2%, lo que todos los expertos dan por seguro, deberá revisar con carácter retroactivo la subida a cuenta de las pensiones desde principio de año, con un alto coste económico.

El ministro de Hacienda añadió que el aumento del precio del crudo es la única sombra que se cierne sobre la economía española, que lleva cuatro años de crecimiento. Con todo, señaló que la crisis financiera de hace dos años, que afectó a Suramérica, Asia y Rusia, fue más problemática que la actual. Montoro señaló: "Se puede frenar la evolución de nuestros precios y compensar la subida del petróleo con una buena marcha de la economía del país".

Aun así, el ministro de Hacienda trató de trasladar a los empresarios reunidos por el Círculo de Economía que el impacto del encarecimiento de los combustibles será menor que en anteriores crisis. Para explicarlo, Montoro destacó que la importancia del petróleo en el consumo energético es menor ahora que en épocas pasadas. "En la crisis de 1979, el alza del precio del petróleo equivalía a cinco puntos del producto interior bruto. Ahora sólo será de un punto", añadió. Montoro remachó ante los empresarios que la contribución del Gobierno a la economía es un presupuesto del Estado sin déficit para el año próximo. Destacó que la reforma fiscal aprobada hace dos años ha supuesto una rebaja global de impuestos de 700.000 millones de pesetas y reiteró que el Gobierno planea volver a bajar los impuestos dentro de dos años. "Y como consecuencia de esta rebaja", añadió en un guiño a los empresarios reunidos, "los contribuyentes catalanes se han ahorrado 150.000 millones".