El PSE obliga a Alonso a rebajar sus propuestas para pactar las ordenanzas fiscales en Vitoria

El acuerdo alcanzado en el último momento entre el equipo de gobierno del Ayuntamiento de Vitoria y el grupo municipal socialista ha obligado al PP y sus socios de UA a una renuncia importante en la mayor parte de las propuestas que habían planteado en las ordenanzas fiscales. El portavoz socialista asegura que todos se han "dejado pelos en la gatera" en el pacto, pero lo cierto es que el equipo de gobierno ha rebajado sustancialmente sus exigencias en la reducción del Impuesto de Actividades Económicas (IAE), su proyecto estrella, a cambio de una subida más moderada de las tasas. La oposición nacionalista entienden que el PSE "se ha aprovechado" de la debilidad de la minoría que gobierna la capital alavesa.

La noticia del acuerdo suscrito a última hora el martes entre los socialistas y el equipo de gobierno convulsionó ayer la agenda municipal. El pleno previsto, en el que inicialmente se iban a votar una por una las tasas e impuestos debatidas en comisión durante tres intensas jornadas, no se llegó a celebrar. La oposición pidió 24 horas más para estudiar el acuerdo, lo que hacía peligrar el cumplimiento de los plazos que exigen que antes de finales de año se aprueben las ordenanzas de impuestos y tasas de manera definitiva. Finalmente, hoy se debatirá el texto con la seguridad de que saldrá adelante gracias al apoyo del PSE al equipo de gobierno minoritario.La tabla de salvación socialista ha llegado después de que el PP haya cedido en buena medida en sus propuestas iniciales sobre las ordenanzas fiscales para el próximo ejercicio. Su planteamiento pevio se basaba en la defensa de un proyecto estrella, la rebaja del IAE en un 15% para los autónomos, los profesionales liberales y las pequeñas empresas. Según el concejal de Hacienda, el popular Javier Maroto, esta medida beneficiaba a unos 11.000 ciudadanos de Vitoria. Como contrapartida, tasas mucho más extendidas, como la de recogida de basuras, el bonobús o los abonos para las instalaciones deportivas, crecían entre un 15% y un 25%.

El acuerdo que saldrá adelante hoy se acerca más al planteamiento inicial de los socialistas, pero además se plantea como un pacto para todo el mandato en materia de impuestos y tasas. Según el portavoz local del PSE, Jesús Loza, se ha buscado "una mayor redistribución" de estas tarifas, al tiempo que persigue que el consistorio "consiga una mayor autonomía financiera".

En el caso del Impuesto de Actividades Económicas, se limita la rebaja del 15% al pequeño comercio y se excluye a los profesionales, los autónomos y el sector de la hostelería, mientras que se aplica una reducción del 37,5% en los barrios más desfavorecidos de la ciudad, como son el Casco Viejo, Errekaleor y Abetxuko.

El precio de los servicios de contenido social crece un 3,6%, lo mismo que el IPC interanual, mientras que los de uso intensivo, como la recogida de basuras, el bonobús o la entrada a centros deportivos, lo hacen en un 6,6%.

El alcalde, el popular Alfonso Alonso, sostuvo que el acuerdo recoge "las principales aspiraciones" de su partido y lo calificó como satisfactorio al valorar que se extenderá hasta el año 2003 en sus líneas fundamentales.

Jesús Loza cree que la postura de su partido supone un "ejercicio de responsabilidad" y que no ha renunciado a postulados que "miran a la izquierda". "No se trata de salvar al equipo de gobierno este año", indicó ante el cuestionamiento de un acuerdo precipitado. "Buscamos que la estabilidad que proporciona se prolongue durante toda la legislatura", agregó el portavoz municipal del PSE.

Pese a que los firmantes del acuerdo indicaron que lo consideran abierto a otras formaciones, el grupo de PNV-Eusko Alkartasuna no estaba ayer para concesiones a la galería. María Jesús Aguirre, su portavoz municipal, cargó contra los socialistas, de los que dijo que se han aprovechado de "la debilidad del gobierno municipal, aparcando los principios éticos".

Para los nacionalistas, el pacto se alcanzó el martes "con nocturnidad y alevosía", escapando incluso a lo previsto en la Ley de Bases del Régimen Local y "perturbando la democracia", según los nacionalistas. Aguirre sostuvo que después de las intensas discusiones de las ordenanzas en la comisión de Hacienda se les negó la posibilidad del debate al resto de las formaciones, por lo que demandaron un tiempo para estudiar el texto del acuerdo. Su compañera de grupo Arantza Zenarruzabeitia criticó el "esperpento" socialista, partido del que dijo que se comporta como un "salvapatrias" en el Ayuntamiento.

El resto de los grupos de la oposición censuraron de la mismanera el pacto. La portavoz de Izquierda Unida, Marisol Bengoa, se preguntó dónde está el reseñado giro a la izquierda del PSE, que ha sacado "beneficio político" de la precaria situación del equipo de Alonso.

Después de resolverse las iniciales incógnitas sobre si un retraso del pleno en un día permitiría cumplir los trámites legales -aprobación provisional, publicación, plazo de un mes de alegaciones y exposición pública, debate en comisión y nuevo pleno de ratificación- será definitivamente esta mañana cuando salga adelante el texto.