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LA OFENSIVA TERRORISTA

Dos de las arrestadas pidieron asilo político en la Embajada de Cuba al sentirse vigiladas

Jorge A. Rodríguez

Un sorprendente movimiento de las supuestas etarras Ainara Esteran y Nerea Garro precipitó una operación policial contra el comando Madrid que estaba siendo demorada para apurar al máximo el seguimiento de los activistas. Ambas mujeres, al sentir sobre sus pasos a la policía, se subieron a un taxi a las seis de la tarde del lunes; se fueron a la Embajada de Cuba en Madrid, sita en el paseo de La Habana, y entraron por la verja. Las dos liberadas etarras llegaron a pedir asilo en Cuba, pero les fue denegado. La policía las detuvo cuando abandonaron "voluntariamente" la sede diplomática.

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Los investigadores aún se preguntaban ayer qué motivos llevaron a Ainara Esteran y Nerea Garro a buscar refugio en la Embajada de Cuba -país en el que residen etarras y ex etarras-, cuál era su verdadera intención y si lo hicieron porque habían recibido instrucciones de la dirección de ETA en Francia para acudir a esa sede diplomática.Las dos mujeres, cuya presencia en Madrid había sido detectada el pasado 31 de octubre, habían estado sometidas a un intenso seguimiento desde ese mismo día, en el que la capital de España aún se curaba las heridas tras el triple asesinato que la banda había perpetrado el día anterior.

Supuestamente, las dos mujeres habían estado utilizando de forma indistinta la habitación que habían realquilado a un modelo de pasarela en la calle de las Infantas y el piso de dos dormitorios arrendado hace más de un año en la calle de Augusto Figueroa. Sobre esa zona se había desplegado un fuerte dispositivo policial tanto para mantenerlas bajo seguimiento como con motivo de la operación especial puesta en marcha ante la amenaza continua de ETA sobre Madrid.

Las dos supuestas terroristas debieron de sentir que estaban siendo vigiladas, según aseguró ayer el ministro del Interior, Jaime Mayor. "Creyeron que el operativo policial estaba ya muy cerca de ellas", dijo. Las fuentes consultadas indican que una de las dos mujeres llamó a la Telefónica para conocer el número de la Embajada de Cuba. Acto seguido, telefonearon a la propia sede diplomática para conocer su situación exacta, ya que ambas "apenas conocían Madrid porque acababan de llegar del País Vasco o del sur de Francia", según las citadas fuentes.

Estos medios añadieron que las dos mujeres tomaron un taxi en el centro de Madrid y pidieron que las llevara hasta el paseo de La Habana, donde se encuentra la Embajada de Cuba.

El ministro consejero de Cuba en España, Juan Astiazarán, aseguró a la agencia Efe que Ainara Esterán y Nerea Garro entraron "por la cerca" del edificio, lo que motivó que los trabajadores de la embajada llamaran inmediatamente al 091.

Mayor confirmó que fue la propia Embajada la que telefoneó a la policía y la que comunicó que en sus oficinas se encontraban dos ciudadanas vascas que habían acudido "a pedir asilo político o acogida en la embajada". Los diplomáticos cubanos se negaron a concederles ninguna de las dos posibilidades planteadas e insistieron en que debían marcharse.

Para ese momento ya se había montado un dispositivo policial en los alrededores de la embajada, que se encuentra muy cerca de unas dependencias del Cuerpo Nacional de Policía. El ministro consejero afirmó que los responsables que se encontraban en aquel momento, sobre las 20.30 del lunes, en la Embajada pidieron finalmente a las dos mujeres que abandonaran su sede, a lo que no opusieron resistencia.

No obstante, un último obstáculo dificultó su salida de la embajada. Un vehículo Z de la policía se estacionó en la puerta del edificio, lo que hizo que amba mujeres se dieran la media vuelta. Los diplomáticos cubanos hicieron una nueva gestión y lograron que el coche se retirara. Finalmente, ambas salieron "voluntariamente", según Astiazaran, y fueron detenidas por la policía.

Aristiazarán aseguró que la legación diplomática se puso en contacto con su Ministerio de Exteriores al finalizar el incidente para que estuviera informado. Al ser preguntado sobre si las dos presuntas etarras solicitaron asilo, se limitó a decir: "Igual que queremos que nos respeten aquí, nosotros tenemos también que respetar". Mayor, que agradeció la actuación cubana, confirmó que lo pidieron.

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Sobre la firma

Jorge A. Rodríguez
Redactor jefe digital en España y profesor de la Escuela de Periodismo UAM-EL PAÍS. Debutó en el Diario Sur de Málaga, siguió en RNE, pasó a la agencia OTR Press (Grupo Z) y llegó a EL PAÍS. Ha cubierto íntegros casos como el 11-M, el final de ETA, Arny, el naufragio del 'Prestige', los disturbios del Ejido... y muchos crímenes (jorgear@elpais.es)

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