_
_
_
_

Un equipo de 20 médicos separa en el Reino Unido a dos siamesas para salvar a una

La operación supone la muerte de la más débil y puede dejar minusválida a su hermana

Isabel Ferrer

Un equipo formado por 20 médicos, entre pediatras, neurólogos y anestesistas, procedió ayer, a las 9.00, a separar a Jodie y Mary, las siamesas originarias de la isla de Gozo (Malta) unidas por el abdomen y nacidas en la ciudad británica de Manchester hace tres meses. Al principio de la intervención, de 15 horas de duración, los cirujanos cortaron el riego sanguíneo compartido por las niñas y que mantenía con vida a Mary, la más débil. Su muerte, inevitable para salvar a Jodie, ha provocado uno de los debates morales más amplios que se recuerdan en el Reino Unido.

Más información
FOTO SIN TITULO

Costes compartidos

Los médicos del hospital Saint Mary, de Manchester, encargados de la separación y que obtuvieron permiso de los tribunales para efectuarla en contra de los deseos de los padres, sostienen que Mary sobrevivía a costa de Jodie. Con un cerebro poco desarrollado, además de un corazón y pulmones defectuosos, el esfuerzo realizado por el cuerpo de Jodie para oxigenar su sangre hubiera acabado por matar a ambas.La operación, de todos modos, no iba a ser fácil. La columna vertebral de las niñas está fundida a la altura del hueso sacro y comparten, además, el aparato genital y urinario. Su difícil posición ha dislocado la pelvis, que en el caso de Jodie deberá ser ajustada de nuevo pasado algún tiempo. Entre el 40% y el 60% de los siameses nacen muertos, y otro 35% vive sólo un día.

Los padres decidieron no recurrir a la Cámara de los Lores cuando el Tribunal de Apelación de Londres falló a favor de la operación, y no se han separado de sus hijas ni un momento. Según los amigos que les acogen en el Reino Unido, están deshechos, pero se han hecho por fin a la idea de que Jodie, vivaz y con el cerebro y el resto de sus órganos vitales intactos, tiene una oportunidad de llevar una vida normal.

"Han hecho lo posible por estrechar sus lazos emotivos con la pequeña y han estado en contacto estrecho con los especialistas", aseguran sus conocidos, procedentes también de Malta

Para los médicos, el primer paso consistió ayer en cortar el riego sanguíneo compartido por las hermanas. Aunque no habrá comunicados oficiales hasta hoy, dicho gesto debía suponer la muerte de Mary a los pocos minutos. En sus pulmones no entraba el aire sin ayuda de Jodie y tampoco su corazón latía por sí solo. Una vez superada la primera y traumática parte de la operación, los cirujanos procederían a separar la columna vertebral de las niñas. Según Lewis Spitz, pediatra del hospital londinense Great Ormond Street, que ha tratado también casos de siameses, éste era tal vez el momento más delicado de todos. El simple hecho de cortar la espina dorsal puede dejar inválida a Jodie. "Los médicos tienen que estar alerta. En estos casos siempre ocurren cosas inesperadas que deben ser resueltas sobre la marcha y trastocan el orden de las cosas", dijo ayer Spitz.

Los análisis a que han sido sometidas durante estos tres meses las pequeñas revelan que Jodie cuenta con su propio intestino y vejiga de la orina. Para ayudarla a evacuar sus heces, no obstante, lo más probable es que hayan optado por una colostomía (ano artificial) practicando una abertura en el colon. Otro problema de difícil solución por el momento es la cobertura de la herida dejada por el bisturí. Los cirujanos habrán tenido que decidir en el propio quirófano si aprovechan para ello parte de la piel de Mary o bien utilizan injertos de otra piel cuando haya pasado un tiempo.

Costeada a partes iguales por la sanidad pública británica y la maltesa, la operación ha podido llevarse a cabo después de que los padres y los mismos médicos que ayer entraron en el quirófano se enfrentaran ante los tribunales.El primero en autorizar la separación fue el Supremo, una vez que los expertos hubieran convencido a los jueces de que Jodie podría sobrevivir si la libraban del esfuerzo de mantener viva a su hermana Mary. Los padres, católicos devotos y partidarios de dejar que la naturaleza siguiera su curso al verse incapaces de elegir cuál de las dos niñas debía vivir, acudieron entonces al Tribunal de Apelación de Londres. Sus tres jueces fallaron en iguales términos que sus colegas del Supremo. Los padres, exhaustos, optaron por no acudir a la Cámara de los Lores o, en su defecto, al Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo.

Acuerdo millonario con una televisión

Hasta los médicos más optimistas han reconocido que Jodie necesitará cuidados constantes para llevar una vida normal en Gozo. Ante la posibilidad de que quede paralítica y de no poder costear a las enfermeras, los padres han llegado a un principio de acuerdo con la productora televisiva británica Granada para vender su historia. La cantidad manejada ronda las 125.000 libras (unos 35 millones de pesetas), que serían depositadas en una cuenta de ahorro a nombre de Jodie.

El padre, empleado en la construcción, y la madre, que dejó un puesto de camarera en un hotel de Malta para formar una familia, han asegurado que carecen de recursos para atender a la niña. A pesar de comprender su situación, al arzobispo católico de Westminster, Cormac Murphy-O'Connor, no le ha parecido bien convertir la tragedia en pasto de la televisión o de la prensa sensacionalista, que también ha intentado hacerse con el relato.

Bruno Quintavalle, presidente de la Alianza Pro Vida, ha lamentado que "los que tanto hablan de salvar a Jodie" no piensen en Mary.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_