Mas se opone a la creación de vicesecretarías generales en Convergència Democràtica

No habrá vicesecretarios generales en Convergència Democràtica. Al secretario general in péctore de este partido, Artur Mas, no le gusta la idea de estar auxiliado en las bandas por dos pesos pesados que le pueden robar primeros planos en su carrera por suceder al presidente de la Generalitat, Jordi Pujol. "Algunos vicesecretarios podrían fagocitar la figura del secretario general", aseguraron fuentes de Convergència Democràtica (CDC). Los nombres de Felip Puig y Jordi Vilajoana eran los que habían sonado con mayor insistencia para estos cargos.

Aunque nada es eterno y hasta el próximo viernes faltan tres largos días, no parece que triunfen las tesis favorables a la creación de vicesecretarías en el congreso que CDC celebrará el próximo fin de semana. Jordi Vilajoana, consejero de Cultura y amigo personal de Mas, era uno de los nombres que se barajaban y que actuaría como contrapeso de Felip Puig, titular de Medio Ambiente y hombre fuerte del núcleo duro del partido, el otro candidato a plaza de vicesecretario. Puig fue el organizador del acto de apoyo de los barones territoriales de CDC a Mas, el pasado verano en Bellaterra. Con todo, el consejero de Medio Ambiente es un hombre con las lógicas aspiraciones políticas, entre las que algunos no descartan la de ser incluso delfín a medio plazo. La creación de dos vicesecretarías o secretarías generales adjuntas era la opción más plausible para una parte de la dirección convergente, ya que una sola obligaría a alguno de sus miembros -Puig o Vilajoana- a abandonar sus respectivas responsabilidades en el Gobierno catalán. Un extremo que ninguno de los dos desea.No obstante, Mas es consciente de que la dirección deberá reestructurarse, sobre todo para poder actuar con eficacia, lo cual hace peligrar la acumulación de cargos. Tras el congreso del próximo fin de semana, Artur Mas será consejero de Economía de la Generalitat, portavoz del Gobierno catalán y secretario general de Convergència Democràtica. El consejero ha convencido a todos sus colaboradores sobre la inconveniencia de crear vicesecretarías porque, a su juicio, ello podría herir sensibilidades dentro del partido según la persona que ocupase el cargo. Un representante del sector soberanista sería visto con reticencias por parte de los moderados y viceversa. Y Mas, al menos en esta primera etapa, quiere presentarse como un dirigente que agrupa todas las sensibilidades políticas.

Descartadas de momento las secretarías adjuntas, la opción que cobra más fuerza es la creación de un comité de estrechos colaboradores, entre los que se encontraría el secretario de organización, Lluís Corominas. Con ello daría una imagen de dirección colegiada al frente de CDC. Si Mas cambiara de opinión, la decisión sobre las vicesecretarías se tomaría en un consejo nacional.

El debate se centra ahora en si la dirección convergente acepta o no las enmiendas de los militantes que reclaman la elección de la futura ejecutiva por parte del congreso y no en un consejo nacional posterior, como ha sucedido siempre. Aunque Mas se muestra reacio a esta posibilidad, otros miembros de la cúpula de CDC creen que ello iría en beneficio de la transparencia congresual.

El congreso se iniciará el próximo viernes con un discurso de Jordi Pujol. El presidente del partido cederá el protagonismo de la clausura a Mas, que realizará así su primer acto como secretario general.