Los barceloneses afirman ser tolerantes pero el 41% pide frenar la inmigración
Los barceloneses se consideran tolerantes ante el fenómeno de la inmigración, pero reclaman a los nuevos llegados que se integren a la cultura local. Así lo indica una encuesta realizada por el Ayuntamiento de Barcelona en los tres distritos con mayor presencia de extranjeros. El 65% de los encuestados consideran que la inmigración es culturalmente beneficiosa, aunque el 41% pide que se limite "drásticamente" la entrada de extranjeros.
La encuesta revela que la mayor parte de los barceloneses defienden que los inmigrantes tengan garantizados los derechos básicos como el acceso a la sanidad y la educación pública aunque el 74% cree que los extranjeros deberían adoptar la cultura del país de acogida. La concejal de Bienestar Social, Núria Carreras, se mostró ayer satisfecha ante los resultados de la encuesta porque "ni en los barrios con más inmigración" se aprecian opiniones racistas. A pesar de ello, admitió estar preocupada por el elevado número de inmigrantes que no tienen papeles, que cifró entre 16.000 y 20.000. "El terror de las ciudades son los sin derechos", afirmó Carrera, puesto que este colectivo acaba cayendo en la miseria y tienen que vivir de las ayudas y "y yo o estoy aquí para hacer beneficencia". "Lo que hay que hacer es darles derechos, luego podremos empezar a trabajar con ellos".
La situación irregular en la que viven muchos inmigrantes es precisamente uno de los motivos que motivan los recelos hacia este colectivo, según la concejal. Como prejuicios acerca de la inmigración, los barceloneses citan el incremento de la violencia, pero también el hecho de que la falta de derechos les conduce a la marginación. Más del 90% de los interrogados sobre los derechos que deben tener los inmigrantes consideran que hay que garantizarles la educación gratuita para los hijos y el acceso a los servicios sociales . Pero estos índices bajan sensiblemente cuando se les pregunta sobre si los inmigrantes deberían tener derecho a voto. En Ciutat Vella sólo lo aprueban un 74% de los ciudadanos, cifra que sube siete puntos en el Eixample.
Con la encuesta en la mano, Núria Carreras afirmó que el Ayuntamiento trabaja con la perspectiva de que "habrá dificultades con la convivencia" y que la llegada de más extranjeros transformará "profundamente" la ciudad en los próximos 10 años.
Ante estas previsiones, la concejal abogó por comprometer a todos los partidos en un "pacto local para la inmigración". Antes de Navidad, la concejal habrá elaborado un informe sobre los puntos concretos que debería abordar este pacto y se pondrá en contacto con el resto de los partidos políticos para buscar soluciones. "Y las vamos a encontrar", aseguró. En su opinión, el procedimiento debe ser el de realizar un diagnóstico común, un plan común y conseguir financiación.
Falta dinero
Para conseguir el dinero suficiente, Carreras reclamó que se cree un fondo nacional para programas destinados a la inmigración. El fondo serviría para prevenir problemas, pero también para afrontar situaciones como la de los 70 inmigrantes subsaharianos que viven en la plaza de Catalunya desde el pasado verano porque no tienen permiso de trabajo ni de residencia. La única solución para estos inmigrantes es, según Núria Carreras, que el Gobierno les conceda refugio político. Ello facilitaría su integración al mercado laboral y les permitiría conseguir una vivienda. Mientras esta solución no llegue, estos inmigrantes continuarán viviendo en la calle, pero no en la plaza de Catalunya, según anunció la concejal. "No estarán mucho tiempo en la plaza de Catalunya porque el Ayuntamiento está obligado a preservar el espacio público". Aun así, garantizó que si su situación no se ha solucionado cuando llegue el invierno, los inmigrantes podrán beneficiarse de la denominada Operación Frío, como el resto de los ciudadanos. Ello les garantizará un techo para pasar las noches más rigurosas del invierno.
En referencia al proceso extraordinario de regularización de inmigrantes, Núria Carrera denunció que sólo el 35% de los extranjeros que cursaron su solicitud en la provincia de Barcelona han recibido respuesta, frente al 80% de resoluciones de la provincia de Madrid. Estos datos, facilitados al Ayuntamiento por la Federación de Municipios de España, no se parecen en nada con los hechos públicos por la secretaría de Estado para la inmigración la semana pasada. El máximo responsable de este organismo, Enrique Fernández-Miranda, aseguró en Barcelona que el 67% de los expedientes de esta provincia ya estaban resueltos.
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