La escuela pública acoge cinco veces más inmigrantes que la concertada

Barcelona - 02 nov 2000 - 00:00CET

Escuelas confesionales

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El 85% de los hijos de inmigrantes residentes en Cataluña están escolarizados en centros públicos. Los datos del Departamento de Enseñanza, correspondientes al curso pasado, indican que sólo 2.300 de los casi 16.000 alumnos de origen inmigrante están matriculados en centros concertados, en su mayor parte de signo confesional. En la práctica significa que, mientras que en la escuela privada estos alumnos sólo representan el 0,4% del total, en la pública son el 2%, cinco veces más.Esta situación ha levantado protestas de los sindicatos de docentes y las asociaciones de padres, que reivindican una mayor igualdad con la escuela privada concertada para evitar la formación de guetos escolares.

El profesorado de la escuela pública pide que la concertada -financiada en parte con fondos públicos- aumente el número de inmigrantes en sus aulas aunque esto implique ampliar las ayudas que se dan actualmente. "O el alumnado inmigrante se asume en todos los centros públicos y concertados, o tendremos un problema", afirma una representante del sindicato USTEC-STES.

A pesar del gran desequilibrio, la actual política de reparto de inmigrantes entre centros públicos y privados concertados tampoco gusta a la patronal de la enseñanza religiosa. El Secretariado de la Escuela Cristiana de Cataluña considera "insostenible" la actual distribución. "Aparte de no respetar adecuadamente los derechos de los inmigrantes, esta política ha comportado graves problemas en algunas escuelas cristianas", dice la patronal.

Enseñanza atribuye esta concentración en la escuela pública al hecho de que las familias recién llegadas, sobre todo las de países menos desarrollados, se instalan en barrios muy concretos. Y esto acaba reflejándose en la escuela pública de la zona. A la hora de cursar las matrículas para la enseñanza pública, el lugar de residencia es el principal factor que determina la escuela en que se escolarizará al niño. El sistema educativo privado, en cambio, no tiene en cuenta este factor, por lo que matricula a escolares de cualquier punto de la ciudad.

Los sindicatos afirman que la escuela concertada discrimina a los inmigrantes

Para paliar las desigualdades, Enseñanza puso en marcha el año pasado unas comisiones de matriculación para determinar qué escuela es más apropiada para cada alumno. Todas las escuelas de la zona, públicas y concertadas, tienen en principio las mismas posibilidades de recibir alumnos que necesiten una atención especial. Pero esta distribución no se produce de forma equitativa. El director general de Ordenación Educativa, Pere Solà, admite: "Conseguir la equidad no es nuestro objetivo". El derecho de elección de los padres marca, según Solà, la política de distribución de la Generalitat. "Siempre que sea posible, tienen que ser los padres los que escojan la escuela de sus hijos". Pero ello comporta desequilibrios, puesto que los inmigrantes africanos no suelen ser partidarios de llevar sus hijos a las escuelas concertadas, que suelen ser confesionales.Los sindicatos creen necesaria la aprobación inmediata del nuevo decreto de matriculación. Este decreto prevé reservar hasta cuatro plazas por aula -lo que representaría un 20% de las plazas- a los niños de origen inmigrante o con necesidades especiales. Pero los sindicatos quieren más. Piden que se instauren comisiones permanentes de matriculación en todos los municipios y que se cree una oficina única de matriculación. Con ello se evitaría que los padres tuvieran que ir a las escuelas para matricular a sus hijos y todos los trámites se realizarían desde esta oficina.

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Sobre la firma

Miquel Noguer

Es director de la edición Cataluña de EL PAÍS, donde ha desarrollado la mayor parte de su carrera profesional. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona, ha trabajado en la redacción de Barcelona en Sociedad y Política, posición desde la que ha cubierto buena parte de los acontecimientos del proceso soberanista.