Grandes diferencias

El índice de inmigrantes matriculados en centros públicos y privados presenta notables diferencias según las comarcas. El Anuario de la Inmigración de la fundación Jaume Bofill pone Osona y el Maresme como la cara y la cruz de la situación. El Maresme es una de las comarcas con un mayor desequilibrio entre la enseñanza pública y concertada, aunque no hay escuelas con concentraciones preocupantes, puesto que los inmigrantes se han repartido entre diferentes barrios. En el curso 1998-1999, los centros privados sólo tenían 101 inmigrantes entre su alumnado, frente a los 1.140 de la pública. La situación se está corrigiendo. El concejal de Educación de Mataró, Sergi Bonamusa, apunta como ejemplo las matrículas para este curso 2000-2001 en P3, es decir de niños nacidos en el año 1997.

Las solicitudes están lejos de la paridad entre pública y privada concertada ya que los padres se inclinaron mayoritariamente por las escuelas públicas con 92 peticiones frente a las 7 de las privadas. Finalmente el Ayuntamiento ha resuelto que 63 niños y niñas acudan a la pública y que los 35 restantes vayan a la privada. Bonamusa afirma que los inmigrantes prefieren la escuela pública: "Esto se debe a factores como la tradición de la población inmigrante a matricularse en estos colegios. Podríamos hablar de un mal endémico ya que las familias siguen la tradición de matricular a los hijos donde estudiaron los hermanos".

Osona es una de las comarcas donde se registran menos diferencias entre el número de inmigrantes escolarizados en centros públicos (505) y el de los privados (214). A esta situación se ha llegado gracias a la creación de unas comisiones de escolarización que reparten equitativamente a los inmigrantes en los diferentes centros. Manlleu adoptó este modelo, que apuesta por la integración de los inmigrantes y evita la creación de guetos, ocho años atrás, mientras que Vic lo adoptó hace tres años a raíz de las fusiones de cuatro de las escuelas públicas de la ciudad.

Las comisiones, formadas por representantes de Enseñanza, de los ayuntamientos y los directores de las escuelas, se encargan de planificar la escolarización de los inmigrantes. En primer lugar, se hace una previsión a partir del censo de los alumnos de P3, se visita a las familias y después se tutela a los padres durante el proceso de matriculación.