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La obra 'Pepe, el romano' descubre a los hombres de 'Bernarda Alba'

Fuera de los muros de la casa de Bernarda Alba el drama de mujeres que escribió Federico García Lorca se extiende a los hombres que aparecen en la trama. Sobre esa idea, el dramaturgo Ernesto Caballero escribió en Pepe, el romano (La sombra blanca de Bernarda Alba) una tragedia que utiliza la poética teatral de Lorca para construir un universo masculino. Suena a Lorca, pero no es una imitación de su estilo, explica su director, Mikel Gómez de Segura. El montaje se estrena el viernes en el Teatro Barakaldo.

Pepe, el romano es el resultado del poso dejado por el aluvión de montajes de García Lorca que jalonaron en 1998 la conmemoración del centenario de su nacimiento. "Me interesaba lo que quedaba fuera de las diferentes bernardas albas", recuerda el impulsor de la idea y director de la obra, Mikel Gómez de Segura. Ernesto Caballero dibujó con las referencias de Lorca seis personajes masculinos, que tejen una obra que suena al teatro del autor de Bernarda Alba, pero tratando de evitar la burda imitación de su estilo.El director cree la suma de los seis personajes masculinos que merodean alrededor de la casa de Bernarda Alba logran "hacer un hombre completo". Pepe es atractivo e hipócrita; el viudo de Darajalí hace gala de la sabiduría que le ha dado la experiencia; Maximiliano desprecia a todo el que no es como él; Evaristo Colín se aprovecha de que es el único que puede entrar en la casa y Cano es el entrañable tonto del pueblo. Entre ellos sobrevuela el personaje del propio Lorca, inteligente y sensible. "Es una reivindicación de la masculinidad", resume el director.

No es, sin embargo, "el negativo" de la obra de Lorca, advierte el director. "No es necesario conocer Bernarda Alba para entenderla. Tiene vida propia, aunque los espectadores que la recuerden se encontrarán con regalitos que les harán disfrutar todavía más".

La mayor parte de los intérpretes del reparto proceden de compañías teatrales vascas de larga trayectoria, como Alfonso Torregrosa, miembro en su día de Tanttaka; Ramón Ibarra, ex componente de Karraka o Víctor Criado, ex miembro de Ur Teatro. En el papel de Pepe, el romano, se alternarán Adolfo Fernández y Enrique Gago.

Sobre el escenario se verá un montaje en el que la compañía Traspasos juega con la simbología del blanco (un mantel en el primer acto, unas sábanas en el segundo y la fachada encalada de la casa de Bernarda en el tercero), las sombras y el fuego, en un doble significado de condena y purificación. Gómez de Segura aclara que esos tres elementos "no ocultan la acción teatral, sino que la amplifican".

Tras el estreno en Barakaldo (días 3 y 4, 20.30; día 5, 20.00), Pepe, el romano se representará el 18 de noviembre en Vitoria, dentro de la programación del Festival de Teatro.

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