Álvarez Cascos culpa a Coslada del retraso en el traslado de 1.000 pisos

El ministro de Fomento, Francisco Álvarez Cascos, culpó ayer al Ayuntamiento de Coslada del retraso en el traslado de las 1.000 viviendas del barrio de la Estación, que sufren un elevado nivel de ruido por su cercanía al aeropuerto. El ministro aseguró ayer en el Senado que el consistorio no ha terminado aún un informe necesario para el traslado que se le encargó en febrero. El alcalde, Juan Manuel Granados, del PSOE, replicó: "Si hubiese estado en el Senado, le habría llamado golfo, aunque terminase en la cárcel".

Francisco Álvarez-Cascos afirmó ayer, en respuesta a una pregunta del senador socialista Pedro Sabando, que el retraso en el traslado de las viviendas del barrio de la Estación de Coslada se debe a la demora en la elaboración de unos informes municipales. En esos estudios se determinaría qué vecinos deseaban abandonar la barriada. Esta parte de Coslada no puede ser insonorizada dada la baja calidad constructiva de sus viviendas. Por ello, en octubre de 1998, Fomento se comprometió a cambiar de sitio unas viviendas que soportan hasta 90 decibelios de ruido en su interior, a pesar de que la normativa prohíbe que se puedan superar los 65 decibelios por las mañanas y 55 por las noches.El ministro recordó que la empresa municipal Emvicosa, encargada de realizar los informes previos al traslado, ha pedido ya dos prórrogas para presentar sus conclusiones, la última de las cuales tiene como fecha definitiva el próximo 30 de octubre.

Estudio multidisciplinar

Álvarez Cascos detalló que el pasado 28 de febrero (con su antecesor Rafael Arias-Salgado todavía al frente de este ministerio), el alcalde de Coslada, Juan Manuel Granados, y los directivos de AENA firmaron un acuerdo de colaboración donde se reconocía la existencia del problema y se determinaba que Emvicosa realizase "un estudio de carácter inmobiliario multidisciplinar, cuyo objeto era la investigación de las circunstancias y condicionamientos implicados en un posible proceso de reubicación". El ministro añadió: "Dentro de muy pocos días, el alcalde nos anunciará que ya tiene el estudio que está haciendo su empresa y entonces nos reuniremos, con el estudio delante, y podremos hablar sobre bases objetivas, para abordar un problema en el que no cabe la discrecionalidad".

Granados le replicó ayer visiblemente enfadado: "El informe multidisciplinar del que habla el ministro es una simple encuesta que está acabada hace tiempo. Pero 104 familias, de las 1.050 afectadas, no la han querido responder, hartas de que sea la tercera vez en menos de dos años que se les pregunta lo mismo. Esto no puede ser una excusa para no trasladar un barrio. Pero a Cascos le da igual, porque tiene la habilidad de un tahúr. Si yo hubiera estado en el Senado, le habría llamado golfo, aunque hubiera ido a la cárcel".