Una industria con línea de flotación

, La línea de flotación de la industria marítima vasca se hundió en las aguas de la crisis en los años 80. Ahora, tras tres lustros de reestructuración y cierre de empresas, ha vuelto a la superficie. Desde 1995, el sector ha ido recuperando vitalidad y aumentando sus resultados económicos, hasta alcanzar los 185.000 millones de facturación el pasado ejercicio.

Algo se mueve en esta actividad que reconoce su mala fama y que se queja también de que las autoridades españolas en su día dieron por perdido el sector marítimo lo que ha provocado que otros países europeos, con menor tradición empresarial y cultura marítima, hayan copado el negocio que antes estaba en manos de firmas españolas.

Varios son los frentes de su lucha. Y las 108 industrias marítimas vascas han decidido unirse para superar en los próximos años el retroceso que ha experimentado el sector con la crisis. Desde 1992, planean estrategias conjuntas para mejorar su competitividad en la Asociación de Industrias Marítimas de Euskadi (Adimde), que preside Jorge Zubiaga. Desde el año pasado, Adimde cuenta también con el respaldo del Gobierno vasco y de las diputaciones que han constituido, junto a las empresas y entidades bancarias y de ahorros, el Foro Marítimo Vasco. Bajo el paraguas del foro, el sector se ha dotado de un plan estratégico con horizonte en 2003 que incluye diez acciones concretas..

- Dentro de las líneas de acción, destacan iniciativas innovadores como la lonja de pescado virtual que permitirá a los barcos desde alta, mar conectarse a través de Internet con los distribuidores y colocar las capturas del día. 0 el proyecto Noray que utiliza el sistema EDI: de intercambio electrónico de datos para comunicar a astilleros y proveedores. Este plan afronta ya su segunda fase, que va a posibilitar incluir dentro de este sistema la Factura y los pagos entre astilleros y clientes, con la colaboración de la banca electrónica.

La estrategia de acción conjunta ha llevado a las empresas vascas a abrir al máximo los horizontes de Adimde, para incluir dentro de ella no sólo al sector auxiliar marítimo, sino también a astilleros y navieras, dos pesos pesados dentro de esta actividad.

Por un lado, la construcción de buque s en el País Vasco se reparte entre la factoría de Astilleros Españoles en Sestao y las compañías privadas. Pese a que el nombre de La Naval se asocia con crisis, esta empresa emplea directamente a 1.225 personas y factura casi 30.000 millones de pesetas, pero es que además su impacto en las empresas auxiliares marítimas es impresionante.

Además, después de un parón en la contratación, La Naval ha conseguido adjudicarse la construcción de dos buques gaseros que le reportarán 66.000 millones de pesetas. "Este tipo de barcos, que hasta ahora sólo se construían, en Japón y Corea, cuentan con mucho futuro porque se calcula -que en el año 2010 harán falta 190 buques gaseros, a los que puede optar La Naval", comenta Zubiaga.

Los astilleros privados, de Pasajes, Murueta, Balenciaga, Zamacona, tampoco se quedan atrás y el año pasado construyeron 10 barcos pesqueros y siete mercantes. Las ayudas comunitarias a la renovación de la flota pesquera han animado las cuentas de constructores de buques y, de rebote, de toda la industria auxiliar.

La que más se ha beneficiado de este mercado doméstico es el astillero de Murueta, especializado en la construcción de los potentes buques atuneros congeladores vascos, que pueden alcanzar por unidad un precio de 3.000 millones de pesetas y que incorporan altas dosis de tecnología. Frente a Murueta, el resto de los astilleros privados exporta la mayoría de su producción, en un baremo que va desde el 100%, en el caso, de Zamacona, hasta el 70% de Balenciaga.

Pero la lucha del sector también está en Europa, donde están pugnando en dos frentes: para que la reducción de ayudas directas se compense con subvenciones indirectas por parte de las instituciones y por que desde los organismos comunitarios se frene la competencia de Corea y de China, que sólo en el primer semestre de este año ha duplicado la contratación de todo el ejercicio de 1999.