Aznar mantiene su visita a Irán porque, alega, ETA no le marca "la agenda de trabajo"
José María Aznar romperá su tradicional asistencia a los funerales por las víctimas del terrorismo al no suspender su visita a Irán porque, dijo, ETA no le marca "la agenda de trabajo". Luego, tras condenar el nuevo crimen, se refirió a la manifestación del sábado en Bilbao, convocada por el lehendakari, Juan José Ibarretxe, para ironizar con que "tal vez no se echara de menos" en ella "a Máximo Casado, Miguel Ángel Blanco, Fernando Múgica, Enrique Casas, Fernando Buesa o Gregorio Ordóñez [víctimas de la banda]" en respuesta a los nacionalistas que dijeron que no echaron de menos al PP.
José María Aznar manifestó ayer en Teherán, en su encuentro con los periodistas, que la ruptura de su tradicional asistencia a las exequias fúnebres de las víctimas del terrorismo se debe a que no está dispuesto a que ETA le marque su agenda como presidente del Gobierno. "Nadie me marca la agenda ni nadie me dice dónde tengo que estar", dijo Aznar, que inauguró la costumbre de acudir a todos los funerales en contraste con su predecesor, Felipe González, que no solía hacerlo.Los últimos atentados de la banda terrorista han perturbado sistemáticamente la actividad exterior del jefe del Ejecutivo, que, además de cancelar su visita a Hanoi (Vietnam) en su actual gira asiática por el asesinato del coronel médico Antonio Muñoz Cariñanos, el pasado lunes en Sevilla, y de encontrarse ayer en Irán al cometerse el del funcionario de prisiones Máximo Casado, estaba en Roma el día 9, cuando en Granada fue tiroteado Luis Portero, fiscal jefe del Tribunal Superior de Andalucía.
Preguntado por los motivos de su decisión de concluir su visita a Irán a pesar de que la jornada de hoy tiene un carácter meramente cultural y no incluye ninguna entrevista importante, Aznar razonó: "Éste no es un viaje de placer", sino una visita de trabajo que abre "grandes perspectivas comerciales" para las empresas españolas y que marca "un punto de inflexión importante" en las relaciones hispano-iraníes. "Estoy muy satisfecho de estar aquí, en la medida en que España pueda ser pionera", por su presencia, en el proceso de apertura del régimen islámico de Irán, prosiguió. "También desde el punto de vista de la Unión Europea espero que esta visita abra caminos", dijo.
En relación con la manifestación multitudinaria contra ETA celebrada en Bilbao el pasado sábado, el presidente del Gobierno no ha cambiado de opinión: "Estoy convencido de que hubo muchas personas que fueron de buena fe, con el deseo de que se termine el terrorismo, y me merecen el más grande respeto". "Pero tal vez no se echara de menos en la convocatoria", añadió irónicamente, en probable referencia a algunos nacionalistas, que dijeron no haber echado de menos al PP entre los manifestantes, "a personas como Máximo Casado, Miguel Ángel Blanco, Fernando Múgica, Enrique Casas, Fernando Buesa o Gregorio Ordóñez", todos víctimas de ETA.
Sin referirse directamente a los socialistas, tras citar esta lista de asesinados, Aznar reiteró que no entiende "qué dudas" pueden suscitar todavía los dirigentes del PNV convocantes de la marcha "porque los hechos hablan por sí solos".
"La única diferencia entre ellos y los terroristas", dijo también, "es una cuestión de plazos: unos quieren ir más rápido y otros menos, pero los objetivos son los mismos. Yo no les doy ningún crédito ni para gobernar ni para dirigir" un proceso de paz. Y añadió: "Sugiero que nadie caiga en ningún tipo de ilusión. Han matado a un fiscal, a un coronel médico, a un funcionario de prisiones. Al día siguiente de la manifestación vuelven a matar. ¿Queda alguna duda que aclarar?".
Insistiendo en su llamamiento a los socialistas para que corrijan su "error" de haber caminado el sábado, en la capital vizcaína, junto al PNV, afirmó a continuación: "Espero y deseo seguir teniendo la mayor intensidad en la interlocución y el diálogo con el PSOE a todos los efectos y especialmente en lo concerniente a la lucha contra el terrorismo y en el planteamiento de una alternativa democrática y de libertad en el País Vasco".
Aznar insistió en que el Gobierno mantendrá su "política de determinación" frente al terrorismo, expresó su pésame a la familia de Casado y a sus compañeros y se comprometió a visitar a su viuda e hijos cuando regrese a España.
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