El PSOE exige al presidente que "no utilice a las víctimas en las querellas del PP con el PNV"
Las tensiones peneuvistas
El comentario de José María Aznar en el sentido de que al funcionario de prisiones Máximo Casado, asesinado ayer en Vitoria, no se le habría echado en falta en la manifestación del pasado sábado, en Bilbao, al no ser precisamente una marcha de las víctimas del terrorismo ha causado malestar en el PSOE, lo que no es óbice para que continúe apoyando al Gobierno en la lucha antiterroristaJesús Caldera, el portavoz socialista, echa en falta "el papel moderador y de equilibrio" del presidente. "No se puede utilizar a las víctimas del terrorismo en las querellas entre el PP y el PNV. Un presidente no está para echar más leña al fuego. Con eso se hace el juego a ETA, que ha reaccionado contra la manifestación con un nuevo asesinato", argumentó Caldera en declaraciones a este periódico.
Caldera estima que, tras la marcha del sábado en la capital vizcaína, de más de 100.000 personas, ETA "está aún más aislada" y que "eso es lo que importa". No obstante, reconoce que la movilización del PNV contra la banda criminal es sólo "un cambio pequeño" en la actitud de los nacionalistas. Por ello aduce que de lo que se trata es de "estimularlo": "Eso es lo que debería hacer Aznar".
El PSOE lleva meses trabajando para lograr que el PNV se incorpore al frente democrático contra ETA y Caldera cree que ya se empiezan a recoger algunos frutos. No sólo está el lema de la convocatoria del sábado, inequívocamente contra ETA, en contraste con la ambigüedad de anteriores llamamientos del lehendakari, Juan José Ibarretxe. También destaca que el PNV cumplió su compromiso con los socialistas de no convertirla en un refrendo a Ibarretxe, así como de dar el protagonismo a las víctimas: el manifiesto lo leyó la viuda de Juan María Jáuregui, ex gobernador socialista de Guipúzcoa asesinado el 29 de julio.
Caldera resalta también la participación del PNV en el comunicado que suscribió el Congreso el pasado martes y en el que, además de asumirse el marco del Estatuto de Gernika, hubo una condena inequívoca contra ETA y se apuntó que "la violencia no logrará réditos políticos". "Esta afirmación supone la voladura del Pacto de Lizarra, que vincula la paz con el logro político del derecho a la autodeterminación", indica, a su vez, el líder de los socialistas vascos, Nicolás Redondo Terreros.
El PSOE ve al PNV sometido a graves contradicciones internas. Así, las declaraciones del portavoz peneuvista, Joseba Egibar, ayer mismo en el diario Gara (sustituto de Egin) asegurando que "los canales con EH están abiertos" las identifica con sus tensiones internas. "Nuestra obligación es precisamente animar las posiciones más democráticas frente a las más próximas a EH", afirman los socialistas.Para el PSOE, está claro que de la manifestación de ayer no hay que sacar otras conclusiones políticas que el mayor aislamiento de ETA. Su posición ante la exigencia de elecciones anticipadas a Ibarretxe, expresada en la moción de censura, sigue vigente. "Precisamente, la manifestación muestra la debilidad de Ibarretxe. Un nuevo lehendakari, reforzado en las urnas, lograría unir a los manifestantes de hace un mes en San Sebastián y a los de Bilbao del sábado. Las calles vascas nos exigen un liderazgo firme contra ETA", dice Redondo.
Los socialistas insisten en que acudirán a todas las manifestaciones que se hagan contra ETA "porque es el enemigo". A su vez, enarbolan la distinción entre la lucha antiterrorista -en la que caben todos, incluido el PNV- y la gobernabilidad vasca, en la que se exigirá a los nacionalistas "la ruptura definitiva con Lizarra".
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