Hacienda elabora un presupuesto que aspira al déficit cero y que da prioridad al pleno empleo

El Consell tiene previsto aprobar mañana los presupuestos para 2001 con el objetivo primordial de equilibrar los ingresos y los gastos de la Generalitat. La reiterada aspiración de lograr el déficit cero tropieza con el desmesurado crecimiento de la deuda pública, que se disparó durante el segundo trimestre del año en curso. Fuentes de la Generalitat, que cita la agencia Efe, aseguran que la prioridad de las cuentas públicas para el próximo ejercicio será consolidar "la buena marcha" del mercado laboral para alcanzar durante 2001 el pleno empleo en la Comunidad Valenciana.

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José Luis Rodríguez Zapatero, secretario general del PSOE, bromeaba recientemente sobre los presupuestos generales del Estado. "El objetivo es cero", decía ilustrando el aserto con un elocuente gesto de la mano derecha. Según la oposición socialista, fijar como objetivo de las cuentas públicas un cero supone supeditar las prioridades políticas a una sufrida realidad contable y renunciar, de hecho, a ejercer la capacidad de influencia que disfrutan los gobiernos. El cero contable equivaldría así a la vaciedad política, a la nada.El Consell de la Generalitat que preside Eduardo Zaplana, de acuerdo con directrices fijadas por Génova más que por La Moncloa, también se ha marcado el cero contable como objetivo de los presupuestos.

Pero el desmesurado crecimiento de la deuda pública durante el segundo semestre del presente ejercicio pone en entredicho el contenido real de la aspiración al equilibrio presupuestario. Las cuentas de la Generalitat para 1999, por ejemplo, se cerraron con un ligero superávit, pero la partida correspondiente a los ingresos pendientes superaba la cantidad de 318.000 millones de pesetas, de los cuales más de 200.000 se arrastraban de ejercicios anteriores.

El equilibrio presupuestario puede resultar eficaz como argumento político, pero queda reducido a estricta demagogia si no se logra contener el crecimiento de la deuda pública, una partida que crece sin freno cuando los fondos que manejan las empresas y organismos públicos de la Generalitat proceden de los créditos privados ajenos al presupuesto.

Fuentes de la Generalitat sugieren que los presupuestos para 2001 impulsarán las políticas de incentivo a las empresas y al tejido empresarial valenciano; harán hincapié en las políticas de inversión en investigación, desarrollo e innovación tecnológica; e incidirán en las infraestructuras.

El Consell también tiene previsto aprobar mañana el proyecto de ley de acompañamiento a los presupuestos, que a su vez introduce modificaciones específicas en diez leyes, entre las que destaca el permiso para ampliar a las fundaciones la gestión de lo servicios sociales, con el fin de "seguir en la línea de mejorar el bienestar y acercar estos servicios públicos a los ciudadanos", según fuentes oficiales.

La denominada ley de acompañamiento introduce beneficios fiscales para las empresas familiares y para las familias numerosas. Así, se modifica el impuesto de sucesiones y donaciones y se cambian los requisitos para acceder a la bonificación actual del 95% en la sucesión o donación de activos familiares, de manera que se reduce del 15% al 5% el porcentaje de participación que debe tener el empresario familiar a la hora de transmitirlo.

Asimismo, se establece una nueva regulación del tipo de gravamen del impuesto de transmisiones patrimoniales, de manera que a la transmisión de viviendas tanto de Protección Oficial (VPO) como de familias numerosas se aplicará un tipo del 4%, frente al 6% actual.A cambio, la Generalitat eleva el tipo general del impuesto de transmisiones patrimoniales -por el que tenía previsto recaudar 54.000 millones de pesetas- al 7%, con lo que lo equipara al Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) y espera elevar sus ingresos en 3.000 millones.