Un nuevo muerto por el brote de 'legionella' que desde hace un año sufre un pueblo de Alicante

La muerte de un hombre de 60 años el miércoles pasado ha elevado a dos los fallecidos y a 93 los afectados que se ha cobrado la legionella en los últimos 12 meses en cuatro episodios distintos en Alcoy (Alicante). El último, que desde finales de septiembre han padecido 42 personas, se ha producido poco después de que la Consejería de Medio Ambiente y el Ayuntamiento de la localidad elaboraran un protocolo de prevención que se ha mostrado incapaz de anular los efectos de la bacteria. La Generalitat ha anunciado que ahora preparará un decreto para controlar la legionella.

Cuatro ingresados

Tanto el Ayuntamiento de Alcoy como la Generalitat Valenciana continúan sin saber cómo atajar los continuos brotes de legionella que se suceden desde finales de septiembre del año pasado en el municipio alicantino y las localidades cercanas de Cocentaina y Muro, y que ha causado la muerte de dos personas. La última víctima es un hombre de 60 años que murió el miércoles en el hospital Virgen de los Lirios, de Alcoy, donde llevaba ingresado desde el 2 de octubre tras haberle sido diagnosticada una neumonía provocada por la legionella. El paciente había trabajado como celador en el mismo hospital y antes de su ingreso en la UCI había practicado ejercicios de rehabilitación en el centro hospitalario después de que se le implantara un marcapasos.

El director del hospital, Joan Lloret, señaló ayer que la causa exacta de la muerte fue un "fallo multiorgánico y shock", por lo que a su juicio, no puede establecerse una relación causa-efecto entre la infección por legionella que sufrió la víctima. El mal no se transmite persona a persona ni por ingestión, sino sólo por inhalación de aerosoles. Por ello es frecuente que los brotes se originen en torres de refrigeración, aparatos médicos de respiración o aspersores de agua.

El fallecido era una de las últimas cuatro personas que permanecen ingresadas a raíz del último episodio detectado en Alcoy y se suma a otras 38, la mayoría de ellas de edades comprendidas entre los 60 y los 80 años, que se han visto afectadas por la bacteria desde hace un mes.Este último episodio -el cuarto desde septiembre de 1999- ha tenido lugar después de que en junio la Consejería de Medio Ambiente y el Ayuntamiento de Alcoy elaboraran un protocolo de prevención y control de la legionella, que no ha servido para frenar el avance de la bacteria. El documento establece una serie de medidas preventivas que no pasan de ser una serie de recomendaciones y no obligan a su cumplimiento. La propia Consejería de Medio Ambiente reconocía ayer que no existe un decreto del ayuntamiento que obligue a los empresarios revisar las torres de refrigeración de sus fábricas, donde se ha localizado la bacteria. En los últimos días se han clausurado seis torres en las se ha detectado su presencia.

La falta de resultados del protocolo no ha pasado inadvertida a la Generalitat. Ayer mismo, el consejero de Sanidad, Serafín Castellano, anunció que su departamento, junto a los de Industria y Medio Ambiente está trabajando en un decreto que permita a la Generalitat sancionar a los empresarios que no cumplan con las medidas preventivas.

Los primeros casos de legionella se detectaron a finales de septiembre de 1999. Un mes más tarde Sanidad reconoció de forma oficial la existencia de un brote que se dió por "definido y controlado" a mediados de abril. Hasta entonces, la bacteria había afectado a 25 personas. Después de este episodio se han producido otros 67 casos y la muerte de otro paciente en diciembre pasado. La fallecida fue una mujer de 87 años que se contagió en el primer episodio detectado.

Por otra parte, ocho de los 28 afectados por el brote de legionella en Vigo siguen ingresadas en el hospital Xeral Cíes.