El Ejecutivo acelera las ayudas para paliar la subida del gasóleo

El Gobierno ha logrado, de momento, calmar a la mayoría de los consumidores tras las últimas subidas de los precios de los carburantes. Los sectores más perjudicados han aceptado la palabra del Ejecutivo de que acelerará la puesta en marcha de las ayudas fiscales pactadas a finales de septiembre para paliar los efectos de los altos precios y le dan 15 días antes de convocar nuevas movilizaciones. Sólo la asociación agrícola COAG, que no firmó los acuerdos, ha convocado un paro para el 24 de noviembre.

Compromisos

Las reuniones previas a la convocada para la noche de ayer aflojaron la tensión que las últimas subidas de los precios de los carburantes por parte de Repsol YPF, Cepsa y BP provocaron entre los agricultores y el Gobierno. El Ejecutivo ha aceptado acelarar la puesta en marcha de los acuerdos firmados a finales de septiembre pasado con agricultores, transportistas y pescadores. Los pactos prevén un fuerte alivio fiscal para los tres sectores con un coste de 120.000 millones de pesetas para el Estado, además estrechar la vigilancia sobre el mercado de hidrocarburos. En este último punto es en el que han hecho hincapié los agricultores. Quieren que ese "comité de precios" actúe rápidamente y tenga la flexibilidad suficiente para adaptar los acuerdos a las subidas que, muy probablemente, se produzcan a corto plazo.

Fuentes del sector agrícola aseguraron ayer que no tienen previsto convocar movilizaciones de protesta por lo menos en los próximos 15 días. La idea es otorgar al Gobierno un plazo razonable para cumplir con su compromiso de agilizar los acuerdos. Sólo la asociación agrícola COAG ha convocado un paro general agrario para el 24 de noviembre para protestar contra las últimas subidas del gasóleo.

Por su parte, el secretario general de la Federación Nacional de Cofradías de Pescadores, José Manuel González, afirmó que el acuerdo firmado con el Gobierno "da muchas posibilidades y lo que hay que hacer es desarrollarlo, no revisarlo".

El Gobierno, según fuentes cercanas a las negociaciones, también se ha comprometido a intentar que no haya un aumento "sustancial" de los precios del gasóleo en las próximas semanas para que éstas no calienten los ánimos hasta el punto de amenazar los acuerdos de septiembre. No obstante, si se produce un cambio "radical" en el mercado internacional del crudo y los carburantes se disparan, el Ejecutivo aclaró a los consumidores que nada hará al respecto. Ayer el crudo cerró a 31,13 dólares.Fuentes del Ministerio de Hacienda también aseguraron ayer que el Gobierno ha asegurado a los sectores productivos que consumen más gasóleo y derivados del crudo que España seguirá oponiéndose a la propuesta de la Comisión Europea de subir los impuestos sobre los carburantes.

El PSOE, por su parte, declaró ayer que piensa preguntar al Gobierno si tiene "pactos secretos" con las petroleras para que éstas adecúen las subidas de los combustibles a los plazos que más le interesan. Los socialistas también insistieron ayer en que una rebaja temporal del impuesto sobre los carburantes ayudaría a sortear la crisis que está causando la escalada de los precios. El ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete, calificó de "suicida" la petición socialista.