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El crudo rescata a Venezuela

Fernando Gualdoni

El Gobierno de Hugo Chávez aprovecha los altos ingresos petroleros para reactivar la maltrecha economía del país

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ENVIADO ESPECIALSe dice que donde unos pierden, otros ganan. En el caso del petróleo, eso es muy cierto. La escalada de los precios del crudo es hoy el mayor dolor de cabeza para el mundo industrializado pero para los grandes exportadores como Venezuela es la aspirina más efectiva jamás inventada para el suyo propio. La economía y el bienestar de Venezuela va a la par del precio del crudo. Ha sido así durante más de medio siglo y, de momento, lo seguirá siendo. Venezuela ha intentado muchas veces escapar de ese círculo pero no lo ha logrado. Los venezolanos lo pasaron muy mal en 1998, cuando el precio del crudo se deplomó por debajo de los 10 dólares por barril. Ahora, con esos 159 litros en torno a los 30 dólares desde hace un año, Venezuela se apresta a corregir su historia para que dentro de uno o dos años, cuando el precio del crudo por ciclo natural baje, la mayoría de los venezolanos no se hundan con éste.

"Vé esa zona. Mi sueño es que allí no haya más pobreza. Ésa es mi revolución", le dijo el presidente venezolano, Hugo Chávez, al príncipe heredero de Arabia Saudí, Abdulá Bin Abdulaziz Al Saud, desde una ventana de un céntrico hotel de Caracas el 26 de septiembre pasado, durante la segunda de las tres jornadas de la cumbre de Jefes de Estado de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP). La zona que Chávez señaló era el barrio caraqueño de San Agustín del Sur, un área pobre y marginal al pie de un cerro.

La cumbre de las potencias petroleras tuvo toda la atención del mundo debido a la escalada de los precios del crudo y el malestar social que ésta provocó en los países industrializados. El evento le sirvió al ex militar golpista para lanzar su plan económico tras haber consolidado su poder político con las elecciones de julio pasado.

La resurrección de la OPEP

Durante los tres días de la cumbre Chávez estuvo exultante. El presidente no se cansaba de repetir que "los ojos del mundo están puestos en Venezuela". Proclamó la "resurrección" de la OPEP como organización fuerte de países en vías de desarrollo que enfrenta el poder y la prepotencia de los países ricos del Norte y reinvidicó el derecho de los venezolanos a vivir de la renta petrolera como respuesta a las presiones de EE UU y Europa para que la OPEP aumente su producción de crudo con el fin de que el precio descienda de su actual nivel de 30 dólares, el más alto en una década. Chávez también aprovechó la trascendencia de la cumbre, cubierta a todas horas por las cadenas de televisión del país para informar a los venezolanos de los primeros pasos de su "revolución", esa que según él, transformará "el modelo económico salvaje" en uno humanista y justo.El primer paso del plan es un incremento del gasto público para reactivar la maltrecha economía venezolana. Esta parte es un modelo keynesiano típico: se trata, a grandes rasgos, de inyectar dinero público a la economía para estimular el consumo y que éste a su vez impulse la producción y la actividad económica, con la que se crearán más empleos y más necesidades. Al mismo tiempo, el plan tiene una vertiente liberal muy definida: la apertura a la inversión privada de ciertos sectores como la banca, las telecomunicaciones, el turismo, la minería y los de electricidad y gas. La meta del Gobierno es lograr que Venezuela crezca en torno a un 3% este año y un 4% en 2001, después de haber registrado dos años consecutivos de caída de la economía. Un 0,1% en 1998 y un brutal 7,2% el año pasado. En el primer semestre de este año, la economía creció un 1,5%.

El presupuesto para 2001, presentado tres días después de finalizada la cumbre de la OPEP, prevé un aumento del gasto fiscal del 28,6% con respecto al de este año. De los 107.000 millones de dólares (20,3 billones de pesetas) que se calcula será el PIB venezolano a finales de 2000, el gasto representará unos 30.000 millones. Previo al presupuesto, el Ejecutivo ya había aprobado un aumento del 20% de los salarios, la reducción del IVA del 15,5% al 14,5%, y una serie de medidas de apoyo social. El Gobierno venezolano respalda su plan en el aumento de los ingresos por exportaciones petroleras, que pasarán de 16.627 millones de dólares en 1999 a los 27.354 millones a finales de este año, según el BBVA Banco Provincial.

"La inyección de dinero público no será suficiente para lograr un crecimiento económico sostenido. El Gobierno debe, al mismo tiempo, asegurarse de que la actividad económica se diversifica hacia sectores no petroleros", explica Domingo Maza Zavala, miembro del consejo directivo del Banco Central de Caracas. "El banco central mantiene su previsión de crecimiento del 2,5% para este año a pesar del incremento de los precios del crudo y de que la demanda venezolana haya aumentado un 5,5% en el primer semestre. Ello, debido a que a que el sector manufacturero aún es muy débil, a que la economía, en general, es muy débil", añade. En el mismo sentido opina Pedro Palma, presidente de la cámara de comercio venezolana-estadounidense. "No es posible conformarse con una política expansiva del gasto público porque entonces ¿qué pasará cuando caiga el precio del crudo?", dice Palma.

La pregunta de Palma es la del millón en Venezuela. El presupuesto venezolano para 2001 ha sido calculado sobre la base de un precio del barril de crudo a una media de 20 dólares para el próximo año. La proyección del Ejecutivo, según los distintos analistas consultados es cautelosa y es mejor que sea así. Para cubrirse de un posible desplome de los precios del petróleo, el Gobierno venezolano ha creado un fondo que se nutre de una parte de las ventas petroleras. "Para finales de año, se calcula que habrá 3.800 millones de dólares en ese fondo", explica Alberto Paparoni, director del servicio de estudios del BBVA Banco Provincial. "Añadido a esto, el Estado contará al 31 de diciembre próximo con unas reservas de 16.359 millones", agrega.

"No obstante, hay que recordar que la economía venezolana tiene otros problemas. Entre los más graves están el estacamiento del crédito y la evasión fiscal, que es del 55% al 60% (...) Por otra parte, el sector petrolero, a pesar de que representa en torno al 30% del PIB, sólo emplea al 1% de la población activa (...) La tasa de paro está en torno al 14% según cifras oficiales muy poco fiables", añade Paparoni.

"La economía venezolana es muy engañosa", comenta Humberto Calderón Berti, ex ministro de Energía venezolano y ex presidente de la OPEP, "porque se adquieren compromisos de gasto recurrentes con ingresos no recurrentes (...) Venezuela ha tenido muchas oportunidades de diversificar su economía y no se ha hecho (...) El Gobierno de Chávez pretende hacer borrón y cuenta nueva y eso sería un error (...) Es una mentalidad estalinista incapaz de aprender de los errores y aciertos de los gobiernos precedentes", añade Calderón Berti.

Miedo al autoritarismo

El temor del ex ministro es el de muchos en Venezuela. El lado autoritario de Chávez quedó patente en la conferencia de prensa que el presidente dio al finalizar la cumbre de la OPEP en Caracas al contestar con sorna a un periodista que le preguntó sobre una nueva ley llamada "habilitante". Mediante esta norma, básicamente, la Asamblea Nacional (órgano legislativo mayoritariamente chavista) atribuye al presidente poderes para legislar en cualquier materia. La posibilidad de echar mano de esta ley aparece en la Constitución que el propio Chávez creó.Maza Zavala reconoce la imagen negativa que tiene la Ley habilitante en un Gobierno presidido por un ex-golpista pero explica: "En un periodo de transición como el que vive Venezuela se necesita actuar rápido y con eficiencia. Hay más de un centenar de leyes importantes que deben aprobarse y la Asamblea, compuesta mayoritariamente de gente que por primera vez en su vida debe debatir una ley, no está preparada para ello. Si la ley, que debe ser transitoria, logra agilizar las reformas que la economía venezolana necesita para depender menos del petróleo, será buena" dice Maza Zavala, y añade: "Venezuela necesita diversificar su economía. Si queremos salir adelante sólo dependiendo del petróleo, necesitaríamos un barril en torno a los 20 dólares durante los próximos seis o siete años, y mejor no contar con ello".

"Para Venezuela es clave la confianza de los inversores, tanto de aquí como extranjeros", explica Paparoni, "si el plan de Chávez logra dar esa confianza y comienza a entrar capital en los sectores que el Gobierno ha abierto la economía se recuperará. Más tarde incluso puede crear una buena combinación entre el sector petrolero y el resto".

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Sobre la firma

Fernando Gualdoni
Redactor jefe de Suplementos Especiales, ha desarrollado la mayor parte de su carrera en EL PAÍS como redactor de Economía, jefe de sección de Internacional y redactor jefe de Negocios. Es abogado por la Universidad de Buenos Aires, analista de Inteligencia por la UC3M/URJ y cursó el Máster de EL PAÍS y el programa de desarrollo directivo de IESE.

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