Israel acepta un canje de prisioneros con Hezbolá

130 nombres

Las negociaciones para la liberación de los tres militares israelíes capturados por la guerrilla fundadamentalista de Hezbolá han entrado en su recta final, después de que las dos partes aceptaran un canje de prisioneros. Los esfuerzos diplomáticos de Naciones Unidas, Alemania y Rusia, apoyando la mediación del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) parecen avanzar de manera esperanzadora, según anunció ayer en Beirut un portavoz de la ONU.La guerrilla islamista de Hezbolá que trataba en principio de canjear los tres prisioneros israelíes por un grupo de 19 militantes y dirigentes integristas -pertenecientes a su propia organización y a Amal, el otro grupo shií libanés- retenidos en las cárceles israelíes, intenta ahora introducir, como elemento nuevo de negociación y a petición de las organizaciones palestinas, los nombres de otros 130 prisioneros árabes de diferentes nacionalidades (sirios, egipcios, jordanos y palestinos) que se encuentran recluidos también en cárceles israelíes. La lista de canjeables ha sido elaborada por una organización palestina de derechos humanos en Líbano, basándose en criterios humanitarios y atendiendo al precario estado de salud de los reclusos y al tiempo que llevan privados de libertad. La lista incluye cinco mujeres.

"Soy optimista en lo que se refiere al proceso de cambio", aseguraba ayer el representante del secretario general de la ONU en Líbano, Rolf Knutsson, minutos después de que un emisario ruso, el responsable del departamento de Oriente Próximo, se entrevistara en Beirut, con el líder espiritual de Hezbolá, jeque Hasan Nasrallah, y éste le diera la nueva lista con los 130 nombres.Israel aceptó por última vez negociar y canjear prisioneros en enero de 1998, con Jordania, a raíz de la detención de dos agentes del Mosad (servicio secreto) que en Ammán habían tratado de asesinar a un dirigente palestino de Hamás, inyectándole en la oreja un veneno mortal. El rey Hussein consiguió a cambio de la liberación de los dos agentes la puesta en libertad del líder religioso de Hamás, el jeque Ahmed Yasíin, así como de una docena de militantes islamistas.

En espera del desenlace de las negociaciones, las fuerzas de élite del Ejército israelí siguen apostadas en el norte de Israel, a lo largo de la frontera internacional con Siria y Líbano. Por su parte, el Gobierno libanés, que acusó ayer nuevamente al Gobierno de Tel Aviv de atacar y violar permanentemente su territorio, ha colocado también a su Ejército en estado de alerta, al tiempo que se dispone a enviar nuevos contingentes de tropas para reforzar la frontera internacional colaborando así con la fuerza mixta compuesta por 500 soldados y 500 policías que se envió tras el repliegue de las tropas hebreas de la zona el pasado 24 de mayo.