Hacienda ha compensado al Gobierno catalán con 2.000 millones por la caída de ingresos del IRPF

La cesión del 30% del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) a la Generalitat no ha sido la panacea que algunos esperaban. La Generalitat no ha perdido ingresos con la cesión, pero sólo gracias a la compensación que le ha dado Hacienda, como al resto de comunidades. Sus ingresos por el IRPF han crecido un 10,8% en 1997 y 1998 -ultimos ejercicios liquidados- , mientras que con el anterior sistema de financiación, basado en el crecimiento de la economía (PIB nominal), hubieran aumentado un 11, 3%.Para compensar esta pérdida efectiva de ingresos, Hacienda ha dado 2.000 millones de pesetas a la Generalitat entre 1997 y 1998, afirma Montserrat Bassols, directora general del Programa de Financiación Autonómica, integrado en el Departamento de Economía. Bassols dice que el actual sistema es mejor que el anterior porque "antes había un tope para los ingresos, que es el crecimiento de la economía, y ahora se puede rebasar si el IRPF crece más".

Pese a reconocer que las cosas no han ido como se esperaba con el IRPF, "no ha sido un mal sistema", dice la directora general del programa de financiación autonómica.

Sin embargo, el IRPF es un impuesto que ha perdido peso desde 1998. Desde hace dos años ya no es el más importante en recaudación, sino que ha sido superado por el IVA. La razón es que el Gobierno ha rebajado este impuesto. Y, además, ha anunciado que quiere aplicar otra rebaja para antes de que acabe la legislatura, en el año 2003.

La Generalitat ha tomado buena nota de la evolución poco brillante del IRPF. En su propuesta para revisar el modelo de financiación, que vence a finales del año que viene, propone recibir una parte de sus ingresos de una cesta de impuestos: el 50% del Impuesto de Sociedades e IVA y el 100% de los Impuestos Especiales que gravan el consumo de tabaco, alcohol y carburantes y el 60% del IRPF. El objetivo de esta propuesta, lanzada por el presidente del Gobierno catalán, Jordi Pujol, es evitar que una nueva bajada del IRPF merme sus ingresos.

Además, la Generalitat recuerda que sus ingresos han mejorado debido a que en la misma negociación de la cesión del IRPF consiguió que se aumentara en cerca de 70.000 millones anuales la base sobre la que se calcula la financiación vía transferencias de los servicios de policía, prisiones, enseñanza y sanidad, recuerdan fuentes de CiU.

El Gobierno se mostró reticente a la propuesta de Pujol y elaboró otra encabezada por Eduardo Zaplana, presidente de la Generalitat valenciana. Sin embargo, ahora se está replanteando la cesión de los impuestos especiales tras el reciente conflicto con agricultores, pescadores y transportistas por la subida de los carburantes y las proclamas del PSOE a favor de bajar estos impuestos.

El Gobierno teme que algunas comunidades autónomas puedan llegar a reducir los impuestos especiales, algo a lo que se opone radicalmente. El poder de gasto de las comunidades autonomas es creciente. El año pasado administraron 11 billones de pesetas, el 24% del gasto público total, y de ellos la Generalitat gasta 2,3 billones.