Los afectados denuncian que el plan contra la anorexia está paralizado
El PP admite que aún no se han puesto en marcha las medidas aprobadas por el Senado
Demasiado despacio. La lucha contra los trastornos alimentarios, en especial la anorexia y la bulimia, que sufren un máximo de 80.000 personas en España, camina a un ritmo excesivamente lento, según las asociaciones de afectados. Aunque desde el PP se reconoce "un parón" en la puesta en marcha de las recomendaciones aprobadas unánimemente por el Senado el pasado diciembre, el Ministerio de Sanidad insiste en que hay medidas en marcha. Aunque no dispone de datos concretos, la directora general de Salud Pública asegura que "remite" la anorexia, que se ceba en las adolescentes.
La obsesión por la delgadez causa estragos entre las adolescentes, el grupo de mayor riesgo. "Estamos viviendo una epidemia de trastornos alimentarios", afirma María del Carmen González, coordinadora de la Asociación en Defensa de la Atención a la Anorexia Nerviosa y la Bulimia (Adaner, presente en 33 provincias e impulsora de grupos de autoayuda). "La anorexia y la bulimia pueden considerarse una epidemia no porque tengan cifras alarmantes, sino porque son evitables. Y ese cariz las hace dramáticas, sobre todo a la primera", asegura la directora general de Salud Pública, Dolores Flores.
Las coincidencias terminan ahí. Mientras Flores asegura que ya hay "muchas medidas en marcha" para luchar contra esos males, González lanza la artillería: "Se han adoptado unas propuestas fabulosas y, sin embargo, se demora la aplicación por ineptitud, falta de recursos o desinterés". Rita Grané, coordinadora de la Asociación Catalana contra la Anorexia y la Bulimia y secretaria general de una nueva federación de entidades de afectados, suaviza la crítica: "El ritmo es lento, pero se van haciendo cosas. Lo que más echamos en falta es un mayor protagonismo de los ministerios más implicados, Educación y Sanidad, y más campañas de prevención".
"Es cierto que ha habido un parón en la lucha contra la anorexia, pero se ha debido al calendario electoral ", afirma la senadora del PP Lucía Delgado, que presidió la ponencia de la Cámara alta con recomendaciones contra la anorexia. "Yo entiendo la queja de las asociaciones, pero el trabajo que hemos hecho no caerá en saco roto. Vamos a empujar todo lo posible", asegura la senadora.
Los trastornos alimentarios afectan a entre el 0,5% y el 1,5% de los jóvenes entre 14 y 24 años, es decir, a un máximo de 80.000 personas, según Sanidad, que carece de datos más concretos. Inciden especialmente en las mujeres: sólo entre 5 y 10 de cada 100 afectados son varones, estima el ministerio.
La anorexia y la bulimia son los cuadros más extremos y frecuentes. Algunos pacientes pasan de una a otra. La primera se caracteriza por la obsesión por el cuerpo, por el pánico a engordar. En la segunda el enfermo come compulsivamente y luego vomita.
La lucha contra la anorexia y la bulimia se basa en dos pilares: las recomendaciones que aprobó el Senado por unanimidad en diciembre tras escuchar a los sectores implicados (modelos, publicistas, asociaciones...) y las acciones decididas en la Mesa sobre Trastornos de la Alimentación creada por el Ministerio de Sanidad a comienzos de 1999 y que no se reúne desde enero pasado. En buena parte, son catálogos coincidentes.
Uno de los principales compromisos de ambos foros fue la elaboración de un estudio antropométrico de la población que permita conocer las medidas reales de los españoles y definir unas tallas más adecuadas. Estará concluido a finales de este año, según Sanidad.
Otro sector en el ojo del huracán es el de la publicidad. En la Asociación de Autocontrol de la Publicidad señalan que han introducido en su código de conducta este mandamiento: "La publicidad evitará incitar a sus receptores, en especial a las adolescentes, a la adquisición de pautas-comportamientos que puedan resultar nocivos para su salud".
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