González pide para Euskadi "un Gobierno de todos, PNV incluido, contra ETA"

La solución a la situación política por la que atraviesa el País Vasco pasa por "concentrar a todas las fuerzas democráticas, incluido el PNV, en un Gobierno contra la violencia, contra ETA". Así lo afirmó ayer Felipe González en una entrevista concedida al programa Hoy es domingo, de Onda Cero. Según el ex presidente del Ejecutivo y ex líder socialista, es una equivocación pensar que habría menos muertos con un Gabinete no nacionalista. En la misma entrevista, González subraya el protagonismo del nuevo secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, y dice que el PP le critica de forma sistemática porque siente "verdadero terror" a que conecte con la sociedad.

"El PNV ha cometido algunos errores muy importantes", precisa Felipe González en su entrevista radiofónica, "pero es un error transferir a este partido la responsabilidad de que haya violencia". "Se está haciendo demasiada política partidista", denuncia, "cuando lo que habría que hacer en el País Vasco es concentrar a todas las fuerzas democráticas en un Gobierno contra la violencia y contra ETA". "A todas, repito; a todas", agregó en alusión a la formación que dirige Xabier Arzalluz.[También el presidente del PSOE y de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, insistió ayer en Santiago de Compostela, donde asistió al congreso de sus compañeros gallegos, en que "conviene no olvidar que el objetivo a batir es ETA, no el PNV". Ello no fue óbice, sin embargo, para que criticara el "enrocamiento" del Gabinete de Juan José Ibarretxe, quien, tras superar las mociones de censura del PSE y el PP, ha advertido de que piensa seguir gobernando "durante meses" en vez de convocar elecciones anticipadas.]

Otro de los fallos en los que se está incurriendo, en opinión de González, es el de que el propio ministro del Interior, Jaime Mayor, sea al mismo tiempo candidato a lehendakari. "No es compatible", dijo, "que ministros con tareas sectoriales importantísimas para todo el país sean personas destinadas a recuperar una parte del territorio", añadió en alusión también al titular de Asuntos Exteriores, Josep Piqué, al que los populares pretenden convertir en su estandarte en Cataluña.

González reprochó igualmente al Ejecutivo de José María Aznar haber mantenido sus pactos de investidura con el PNV en la pasada legislatura "hasta las últimas consecuencias". La justificación apuntada de que los nacionalistas vascos eran necesarios para la gobernabilidad del país pese a que no se coincidiera con ellos en la política antiterrorista es, en su criterio, "incomprensible".

El ex líder socialista extendió sus críticas a Aznar y su Gobierno a su falta de reflejos para, por ejemplo, mostrar su respaldo a la oposición al ex presidente yugoslavo Slobodan Milosevic antes de que se vislumbrase el desenlace de la insurrección de la población como hicieron Bill Clinton o Tony Blair; a que no instaran "amistosamente, sin demagogia", a las autoridades británicas a reparar el submarino nuclear Tireless en un puerto de las islas, y no en Gibraltar; a que su visión de la inmigración esté "equivocada", o a que hayan hecho "una mala y deficiente copia" del Plan Hidrológico diseñado en su día por los socialistas.

González también salió en apoyo del actual secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, al que calificó de "muy sereno" y del que destacó el hecho de que cuente con "una visión de la realidad muy adecuada". "Tiene exactamente la misma edad [40 años] que yo tenía cuando llegué al Gobierno, pero más experiencia y entrenamiento del que yo tenía entonces", subrayó.

En ese sentido, consideró que las críticas que Zapatero recibe de forma sistemática desde el PP, ya sea a través de Rodrigo Rato, Javier Arenas -"se dedica a esas tareas que le encargan y no le importa que le humillen sacándolo de ministro", dijo de él- o Luis de Grandes, responden a que los populares sienten "verdadero terror, pánico", a que Zapatero conecte con la sociedad, con la sensibilidad de la gente.

"Si la estatura de Aznar fuera la mitad de la de Zapatero desde el punto de vista del aplomo, la seriedad y la dimensión", concluyó González, "yo estaría más tranquilo con el Gobierno".