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Polémica en Castellón por la tasa de basuras y los contenedores

María Fabra

Frutas o tornillos, lo mismo

La imposición por el Ayuntamiento de Castellón del pago de una nueva tasa de basura y la instalación, por primera vez, de contenedores han desatado la polémica. Hasta ahora, los vecinos de la capital de La Plana no pagaban una tasa específica de residuos urbanos, sino que ésta se cobraba incluyéndola en el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI). También es cierto que, hasta hace unos meses, las calles de Castellón no presentaban la habitual imagen de los contenedores, porque no había. La costumbre de sacar las bolsas a la calle seguía, y sigue, vigente. De hecho, ni siquiera era preceptivo utilizar, no ya cubos, sino bolsas específicas. Así, cualquier bolsa de supermercado con la suficiente cantidad de plástico como para aguantar latas, cajas, botellas o espinas de sardinas, era "reutilizada" con este fin. La participación del municipio en la creación y puesta en marcha de una planta de tratamiento de residuos sólidos (junto con otras poblaciones) ha obligado a la imposición de una tasa de basura.

Ahora, el equipo de gobierno municipal se ha encontrado con dos "problemas". Para la ubicación de los contenedores se ha llegado a apelar a la "solidaridad", puesto que nadie quiere verlos en su puerta. En el centro de la ciudad este problema será resuelto por imperativo.

El segundo problema ha llevado, incluso, a la creación de una plataforma, llamada Acción Ciudadana, compuesta por varios colectivos y asociaciones, que ha recogido 10.000 firmas en contra del nuevo impuesto. La tabla de cuotas tributarias dista mucho, a entender de la plataforma, de lo que se entiende por el pago normal de un servicio y se acerca a lo que denominan un "afán recaudatorio".

La ordenanza señala que las vivienda, apartamentos, villas y chalés pagarán, por cada unidad catastral, 8.625 pesetas. En el caso de locales sin uso, sea industrial, comercial, de servicios o profesional, la cuota anual será de 2.875 pesetas. Las ferreterías pagarán lo mismo que las tiendas de frutas y verduras, carnes y pescados, mientras que los hoteles con restaurante y bar habrán de cotizar 2.500 pesetas por habitación, sea cual sea su porcentaje de ocupación.Para los hospitales, la nueva tasa supondrá, por ejemplo, el pago de 600.000 pesetas en el caso del General (1.000 pesetas por cama), mientras que la Universidad habrá de pagar 250.000 pesetas por campus. Con todo, el Ayuntamiento recaudará 850 millones de pesetas.

El día 26 hay convocada una protesta frente al Ayuntamiento. Pero la intención del gobierno popular es la de no variar su decisión.

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