La grande y lejana Alemania
Diez años después de la reunificación, lo que sorprende de Alemania es, sobre todo, su debilidad. A pesar de los temores de Margaret Thatcher, de François Mitterrand y de otros líderes más o menos germanófobos que en los meses sucesivos a la caída del muro de Berlín intentaron impedir la fusión de los dos Estados alemanes, hoy no existe ni la sombra de la gran Alemania. (...) La República Federal de Alemania sigue siendo un gigante económico, (...) pero no logra adquirir el perfil de gran potencia. Veamos por qué. Alemania no logra alejar su pasado histórico. La violencia de los neonazis, (...) la polémica sobre el "revisionismo histórico" confirman que Alemania no es una nación como las demás. Y no sólo para el lobby judío de EE UU o para Israel. (...) No importa tanto lo que es -una gran democracia, un país libre-, sino cómo está considerada. (...) Schröder se ha salvado del escándalo que ha derrotado a Kohl. Pero la opinión sobre él es muy diferente de la que gozaba su predecesor, considerado el líder europeo más importante por lo menos durante un decenio. (...) Además, Alemania ya no es europeísta. Es cierto que para obtener el beneplácito de Europa en la anexión de la Alemania Oriental, (...) Kohl tuvo que sacrificar el marco en aras del euro. (...) La Alemania dividida podía reunificarse sólo en el contexto europeo. La Alemania reunificada ya no tiene necesidad de Europa. (...) Lo esencial para los europeos ahora es reconstruir los términos de un proyecto común. (...) Dependerá mucho de la voluntad de Alemania el que sepamos afrontar esta prueba unidos. (...)
, 8 de octubre
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