"Serbia es el principal reto de la política exterior de la UE"

Mister PESC, el alto representante de la UE para la Política Exterior y de Seguridad Común, vive en estas fechas "una de las más satisfactorias experiencias" de su prolongada actividad política. Javier Solana ha seguido en primera línea la "revolución democrática" que se ha producido en la antigua Yugoslavia. Como secretario general de la OTAN, dirigió el año pasado la operación de castigo contra la limpieza étnica desencadenada por el régimen de Milosevic en Kosovo. Sólo unos meses después, "mucho más pronto de lo esperado", ha coordinado la política de la UE para forzar el cambio democrático en Serbia.Pregunta. ¿Qué mensajes le han llegado en las últimas horas del círculo más próximo a Vojislav Kostunica?

Respuesta. De una total determinación de seguir adelante y de consolidar un país democrático que tenga futuro y una perspectiva europea.

P. ¿Hasta qué punto confía la UE en Kostunica como nuevo líder?

R. Creo que Kostunica tiene un elemento que hay que calificarle de pandémico, que es un demócrata. Se le pueden poner otras objeciones, pero no cabe duda de que es un hombre que tiene unas coordenadas, unas convicciones democráticas. Y con un demócrata siempre se puede uno entender.

P. En un principio, la UE no confiaba en la convocatoria de elecciones realizada por Slobodan Milosevic en julio pasado. Días antes de la votación, la UE apostó fuerte para que fueran limpias.

R. Siempre dijimos que en el régimen de Milosevic las elecciones no serían limpias del todo. Pero pensamos que merecía la pena apostar como una forma de movilización del país. Y lo que ha pasado es que esa movilización ha sido tan intensa que ha superado incluso la posibilidad de hacer trampas.

P. Al final ha sido por la vía democrática, por los votos, por lo que Milosevic ha sufrido su gran derrota, y no tanto por las bombas del año pasado.

R. Las acciones emprendidas hace un año no tenían por objetivo acabar con Milosevic, sino impedir que siguiera haciendo la limpieza étnica. Siempre dijimos que el cambio en Serbia tenía que ser decidido por los serbios.

P. ¿Cómo valora el papel jugado por Rusia?

R. Rusia ha jugado un papel positivo. Lo jugó en el momento de encontrar la fórmula para que la Resolución 1.244 fuera aprobada en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y lo va a seguir jugando ahora. Es verdad que, si se mira al microscopio, puede parecer que la actitud de Rusia no es la que uno quisiera, pero si se mira con gran angular yo creo que hay que concluir que Rusia no sólo ha jugado sus cartas, sino las de todos, las del colectivo, de una manera inteligente.

P. ¿Qué opinión le merece el papel del Ejército serbio?

R. Yo creo que ha dado una lección al ponerse al servicio de su pueblo.

P. ¿Estamos asistiendo a una de las principales acciones de la UE en política exterior?

R. Sin duda ninguna es el principal reto de la política exterior de la UE. No estamos hablando de países lejanos. Desde Roma se tarda una hora en avión a Belgrado. Y estamos hablando de países próximos a nosotros también política e históricamente.

P. Lo que está ocurriendo estos días, un año después de los bombardeos de la OTAN, ¿supone para usted cerrar el círculo?

R. Lo que a mí me pase o piense es absolutamente irrelevante. Para la opinión pública lo importante es lo que piensen los serbios, y los serbios han hablado claramente y han dicho que quieren un país en democracia, un país en libertad.

P. ¿Habría que acelerar ahora los acuerdos de asociación de la UE con Serbia?

R. Sí. Primero hay que recuperar la situación de relación anterior con la Unión Europea y, a partir de ahí, construir. Y creo que, a partir de esa construcción, se puede y se debe llegar a un acuerdo o diálogo de asociación y estabilización, de la misma manera que hay acuerdos con Croacia, Albania, Macedonia y que estamos a punto de hacer con Bosnia.

P. ¿Habría que hacer desde la UE una especie de Plan Marshall?

R. Pienso que el Pacto de Estabilidad, salvando las distancias históricas, es de alguna manera eso. Un enfoque regional a un problema regional. Es la primera vez que se hace en Europa. Normalmente siempre se hacían soluciones particulares a problemas particulares.

P. No será fácil obtener con rapidez los 2.300 millones de euros calculados por la Comisión Europea como ayuda europea para esta reconstrucción en Serbia.

R. Es muy difícil evaluar con precisión matemática el dinero necesario. Porque hay una parte que tendrá que ver con el propio dinamismo de la sociedad, pero yo creo que sí habrá recursos disponibles para el desarrollo de toda la región, no sólo de Serbia. Es un problema regional, de los Balcanes, y creo que va a haber una respuesta sensible de la sociedad internacional, no sólo de la UE.

P. ¿Por qué cree que Milosevic convoca elecciones en julio pasado cuando podía haber disfrutado de año y medio más en el poder?

R. Porque creía que iba a pasar lo que no ha pasado.

P. ¿Y cuál debe ser su destino?

R. Su destino no puede ser otro que desaparecer de la vida política de un país democrático y eventualmente estar donde debe estar una persona que está acusada de los crímenes que está acusada: delante de un Tribunal Internacional teniendo un juicio justo.

P. No parece que sea ésa la intención de Kostunica.

R. Me parece que Kostunica está obrando con una gran prudencia y con sentido común para que la transición se pueda realizar con calma, con dignidad y sin violencia.

P. ¿Cuál es la intención de la UE al invitar a Kostunica a la reunión de Biarritz?

R. Está cargada de simbolismo. Biarritz no es dentro de tres meses; es la semana que viene. Y que Kostunica pueda reunirse conjuntamente con todos los primeros ministros de Europa creo que tiene toda una carga simbólica y real.