Cabanillas insta a Ibarretxe a convocar comicios y pregunta "contra cuántos vascos quiere gobernar"
El Gobierno contrapuso ayer la actitud de Jordi Pujol, en el debate de política general en el Parlamento de Cataluña, con la del lehendakari en el debate coincidente en el tiempo de las mociones de censura del PP y el PSE contra él en el Parlamento vasco. La defensa que Pujol hizo de la Constitución y su oposición a una reforma del Estatuto catalán le permitió al ministro portavoz, Pío Cabanillas, atacar con mayor decisión a Juan José Ibarretxe: "¿Contra cuántos vascos quiere gobernar?". Arremetió también contra el PSOE por defender el Estatuto en Euskadi y proponer su reforma en Cataluña.
El Gabinete que preside José María Aznar no quiere abrir más frentes contra el nacionalismo, más allá del que mantiene con el Ejecutivo del PNV y Eusko Alkartasuna en el País Vasco. Por ello, le ha venido bien la coincidencia temporal del debate de política general en el Parlamento de Cataluña y de las mociones de censura en la Cámara vasca en las que Jordi Pujol y Juan José Ibarretxe mantuvieron actitudes distintas ante situaciones también muy diferentes.El ministro portavoz, Pío Cabanillas, anunció, tras el Consejo de Ministros, una colaboración con Pujol y CiU "de la que ambas partes saldrán beneficiadas" y, en contraste, instó a Ibarretxe al adelanto electoral (los últimos comicios se celebraron el 25 de octubre de 1998) una vez pasado el trámite de las mociones de censura en las que su situación de minoría quedó patente.
El portavoz del Gobierno avaló las mociones de censura defendidas por el PP vasco y el Partido Socialista de Euskadi contra Ibarretxe que demuestran "la madurez de dos partidos que someten sus diferencias a principios fundamentales como la defensa de la Constitución y el Estatuto".
La actitud del lehendakari de eludir, al menos por el momento, la convocatoria electoral, y su anuncio de pasar a la ofensiva con una manifestación callejera es interpretada por el Ejecutivo de "patrimonialista en relación al futuro del pueblo vasco".
El PP y el PSE no lograron la mayoría absoluta del Parlamento vasco -38 votos- para ganar la moción de censura a Ibarretxe, pero, con sus 32 votos -los suyos más los dos de Unidad Alavesa- ganaron políticamente a los 29, del PNV, EA e Izquierda Unida. Con estos datos en la mano, Cabanillas pudo decir ayer: "No se trata de poner de rodillas a nadie sino de poner de pie la gobernabilidad, la convivencia y el futuro de un pueblo, que es también el del lehendakari". Para, a renglón seguido, dirigirse a Ibarretxe en estos términos: "¿Contra cuántos vascos quiere gobernar el lehendakari?".
Alternativa por la libertad
El Ejecutivo ve en la posición conjunta del jueves del PP y PSE, en el Parlamento vasco, "una alternativa por la libertad, por la paz y por la lucha contra el terrorismo" y abogó abiertamente por el adelanto electoral ante el "bloqueo de Ibarretxe y el desastre que supone la continuidad de su Gobierno" al que calificó de "débil, en minoría y encerrado en sí mismo".El ataque al lehendakari se convirtió en lisonjas hacia Pujol que la víspera se alineó con el PP y contra el PSC, Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) e Iniciativa per Catalunya (IC) en el rechazo a la reforma del Estatuto de Cataluña en el debate de política general en el Parlamento catalán.
Cabanillas admitió que, a veces, "hay tensiones" del Gobierno central con la Generalitat y CiU, pero cuando se plantean "cuestiones de trascendencia", que afectan al Estado, se produce la confluencia.
El portavoz del Ejecutivo adelantó que "de esas posiciones constructivas surgen beneficios". A lo largo de estos días se han intensificado los contactos entre los ministerios de Hacienda e Interior así como la Vicepresidencia Primera del Gobierno con el portavoz de CiU, Xavier Trias. Los Presupuestos del Estado, en los que la Generalitat confía en mejorar sustancialmente sus inversiones, y la inmigración son las bases de estas conversaciones.
La guinda final la colocó ayer el Gobierno contra los socialistas al contrastar el apoyo que el portavoz del PSE, Nicolás Redondo Terreros, hizo del Estatuto de Gernika en las mociones de censura de la mantenida por Pasqual Maragall, a favor de la reforma del Estatuto catalán. "Hay una necesidad de clarificación", espetó Cabanillas. No obstante, el PSC anunció, en su programa electoral, la reforma del Estatuto, lo que no hizo el PSE con el suyo.
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