La oportunidad del teatro modesto

Lope

Muchas veces el gran público únicamente se fija en producciones teatrales en las que, o bien reconoce el título de todo un clásico o el nombre de un artista cuya popularidad ha trascendido más allá de los escenarios. Eso indica que muchos montajes que no reúnen ninguna de esas dos condiciones cuentan con otros tantos hándicaps añadidos a la hora de atraer espectadores allí donde descargan su atrezzo. Un buen método para llamar su atención es concentrar varios de esos montajes en una sola oferta, ya se sabe que la unión hace la fuerza, y ésa es precisamente la gran baza de la 16ª Muestra de Teatro Joven de Irún.Ése es el marco dentro del cual la localidad fronteriza viene brindando una selección de obras en la que se incluyen tanto representaciones convencionales como explosiones de música, luz y pirotecnia, que en conjunto son la esencia de lo que, por ejemplo, ofrecerá esta noche el dúo vizcaíno Deabru Beltzak en la plaza Urdanibia. Su espectáculo finalizará ya entrado un sábado en el que se podrá disfrutar, entre otras cosas, con los estrambóticos y díscolos clientes que frecuentan la tienda de barrio en la que transcurre Clerks, adaptación de Kaspa Teatro sobre la película homónima de Kevin Smith, y las ocurrencias de Antonia San Juan que retomará Teatro Dionisos en el Centro Kabigorri. Ya el domingo, la oferta se concentra en 8 olivettis poéticos, montaje en el que otros tantos espíritus revoltosos devuelven la vida a una redacción de periódico abandonada en Bilbao.

Teatro Dionisos reivindicará a Antonia San Juan en Irún, pero quien quiera ver en vivo la verdadera dimensión como directora e intérprete de la gran revelación del último filme de Almodóvar (Todo sobre mi madre), puede acudir al Teatro Ayala de la capital vizcaína. En él, la actriz representa hasta el domingo Otras mujeres, una serie de divertidos monólogos sobre textos suyos, de Félix Sabroso, Enrique Gallego y Federico García Lorca (Doña Rosita la soltera) para recordar que hay muchas mujeres frustradas y cohibidas por su entorno. Incisiva acidez y ternura son los instrumentos que esgrime para dejarlo claro en un derroche de recursos que incluye una parodia de la Escarlata O'Hara de Lo que el viento se llevó.

Quien a estas alturas no necesita ser reivindicado es Lope de Vega, pero sus obras continúan seduciendo a las compañías de teatro. Una de las últimas en tomar prestado su legado ha sido el Teatro de la Abadía, que estos días representa en Pamplona No todo son ruiseñores. Eso les permite actualizar bajo sus focos toda una crítica a la hipocresía que domina unas relaciones sociales en las que las traiciones y sentimientos profundos como los celos y la venganza son el pan nuestro de cada día.Más dramático es el argumento de Troyanas, pieza sobre el especial sufrimiento y las vejaciones que sufren la mujeres en época de guerra que el Centro Andaluz de Teatro interpreta este fin de semana en Barakaldo. El escenario del coliseo de la localidad fabril se llena, con su estreno en Euskadi, de desgarradores testimonios que cuentan con María Galiana como protagonista. "Cuando, como las Troyanas de Séneca, las mujeres son violadas, torturadas, asesinadas y cuando los combates actuales engendran la purificación étnica y la persecución religiosa sistemática, me parecía necesario, con las armas del teatro, lanzar un grito", asegura el director Daniel Benoin conmovido por la crudeza de los conflictos bélicos del fin de siglo.

En la programación musical se echan en falta nombres tan conocidos como los que se han sucedido en las últimas semanas, pero la previsión no es tampoco mala. La sala Jam de Bergara acoge el domingo la puesta en escena de Satanic Surfers, cuarteto norteamericano a añadir a la larga retahíla de bandas de hardcore melódico que visitan Euskadi a lo largo del año. Igual que todos los que siguen las enseñanzas de Bad Religion y hacen las delicias de surfistas y patinadores, Satanic Surfers superponen el atractivo melódico de la música pop, presente sobre todo en las voces, a una instrumentación que solapa las atropelladas bases rítmicas del hardcore con la velocidad y la contundencia de las guitarras punkis.

La propuesta guitarrera de Bergara contrasta con la de la sala Zulo de Lasarte. Allí el protagonismo absoluto será mañana para las duras rimas callejeras de El Meswy, rapero de Alcorcón que ahora reside en Brooklyn, un lugar mucho más acostumbrado al hip hop donde ha concebido Nadie, su nuevo disco al margen de CPV (Club de los Poetas Violentos), la formación que le dio a conocer. "Sólo pretendo motivar las cabezas de los oyentes al aprendizaje, que es el camino a la sabiduria y por lo tanto a la humanidad", ha asegurado El Meswy en un arrebato filosófico.

Y Bilbao es este fin de semana la ciudad recomendada para los enamorados de la música de raíz negra. Mañana visita el Palladium Bob Kirkpatrick, bluesman sexagenario natural de Luisiana (Estados Unidos) que verterá en el pequeño pub las canciones de su reciente Drive across Texas. Antes, hoy mismo, quienes se acerquen a Bilborock bailarán a ritmo de rhythm & blues, rock and roll, blues y boogie en una de las sudorosas sesiones de que suelen ofrecer el guitarrista y cantante Javier Teixidor y el armonicista Ñaco Goñi. El primero se curtió durante años en el seno de Mermelada y Goñi tocaba hace ya 20 años en el metro de Madrid. Aunque cada uno tiene su propia banda, esta anunciado que ambos ofrezcan una actuación conjunta.