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El Vaticano niega que se haya ofrecido para mediar en Euskadi

Desmentido tajante

El portavoz del Vaticano, Joaquín Navarro Valls, intervino ayer para atajar la polémica sobre la posible mediación de la Iglesia para ayudar a la pacificación del País Vasco. "Del texto que hice público el lunes", explicó Navarro Valls, "no se puede deducir en modo alguno ninguna forma de mediación por parte de la Santa Sede, tema, por otra parte, al que no se hizo mención en las conversaciones de monseñor Jean Louis Tauran con el ministro Jaime Mayor Oreja, y el lehendakari, Juan José Ibarretxe".Ni siquiera la mención a una "contribución" de la Iglesia a la pacificación de Euskadi, que sí figura en el comunicado, puede entenderse desde una perspectiva nueva, aclaró. El comunicado, en italiano, difundido el lunes decía: "Las conversaciones han permitido un amplio intercambio de puntos de vistas sobre la situación local. Además de expresar una enérgica condena del terrorismo de ETA y de cualquier otra forma de violencia, nos hemos detenido sobre las perspectivas, presentes y futuras, relativas a la deseada solución pacífica, así como sobre la contribución que a dicha solución pueda seguir ofreciendo la Iglesia Católica".

El ministro de Asuntos Exteriores, Josep Piqué, indicó por la mañana que el nuncio del Vaticano en España, Manuel Monteiro, le había "desmentido de forma tajante" que el ofrecimiento de la Iglesia católica para buscar una "solución pacífica" a la situación del País Vasco suponga un intento de mediación. Piqué añadió que Monteiro le había precisado que lo que el Vaticano ha ofrecido es, "en términos generales, una colaboración para conseguir la paz", y subrayó que la Iglesia no pretende hacer de mediadora entre el Gobierno y ETA, "entre otras cosas porque es imposible que nadie pueda intermediar entre un Estado democrático y unos asesinos".En términos parecidos se pronunció el secretario general del PP, Javier Arenas, quien enfatizó que lo más importante en este momento "no son las tareas de intermediación, sino lo que el pueblo vasco pueda decidir en las urnas".

En cambio, el portavoz del Gobierno vasco, Josu Jon Imaz, declaró que "cualquier contribución de la Iglesia católica, en el grado que sea y en la forma que sea", para avanzar hacia la pacificación de Euskadi "será bien vista" por el Ejecutivo autónomo. El portavoz del PNV en el Congreso, Iñaki Anasagasti, manifestó que le parece "muy bien" la disposición mostrada por el Vaticano, si bien añadió que ve difícil su intervención "porque el Gobierno de Aznar es un Gobierno formado por católicos, pero no practicantes, ya que el catolicismo se funda en el amor y Aznar está haciendo un catolicismo fundado en el odio".

El portavoz del PSOE en el Congreso, Jesús Caldera, sostuvo que "nadie tiene que mediar" con la banda terrorista "mientras no abandone definitivamente las armas y la violencia".

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