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Una empresa vasca exporta grilletes para presos que España no permite por vejatorios

Miguel González

La empresa Larrañaga y Elorza, SA, de Eibar (Guipúzcoa), fabrica y exporta grilletes y cadenas para presos cuyo uso no está autorizado en España por su carácter vejatorio y degradante. Estos utensilios, que permiten inmovilizar a los reclusos por los tobillos, encadenarles de la cintura e incluso atarles a la vez de pies y manos uniendo esposas y grilletes con una cadena, vulneran, según Amnistía Internacional, las Reglas Mínimas para el Tratamiento de Reclusos y Detenidos aprobadas por la ONU. Su exportación sin licencia viola, además, la legislación española.

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Tomás Astigarraga, administrador de Larrañaga y Elorza S. A., más conocida por su marca comercial (ALCYON), asegura ignorar que algunos de sus productos vulneren convenciones de la ONU sobre derechos humanos.Por el contrario, Amnistía Internacional sostiene que grilletes para pies y cadenas para cintura contravienen las Reglas Mínimas sobre Protección de Personas sometidas a Detención o Prisión, que aprobó el Consejo Económico y Social de Naciones Unidas en julio de 1957 y mayo de 1997. Según estas normas, de obligado cumplimiento para España, "los medios de coerción tales como esposas, cadenas, grillos y camisas de fuerza nunca deberán aplicarse como sanciones" y tampoco deberán utilizarse cadenas y grillos "como medios de coerción".

El administrador de ALCYON reconoce que este tipo de productos, que asegura fabricar desde hace sólo un par de años, apenas tienen venta en España ni en el resto de la UE. Sus principales clientes estarían en Suramérica y, sobre todo, en EE UU, un país cuya cultura penal difiere sustancialmente de la europea; como evidencia, por ejemplo, la popularidad de la pena de muerte.

Más sorprendente resulta que, en su conversación con EL PAÍS, Astigarraga sostuviera que la exportación de grilletes para pies y cadenas para la cintura no requiere de ningún tipo de autorización especial, por lo que nunca se ha visto obligado a solicitarla.

Sin embargo, el Real Decreto sobre Comercio Exterior de Material de Defensa y Doble Uso, de abril de 1998, es inequívoco: somete a control previo de la Junta Interministerial la exportación de "dispositivos restrictores del movimiento de los seres humanos". Sólo exime de autorización previa la venta de "grilletes para la inmovilización de las muñecas y manos" con una dimensión inferior a 240 milímetros. No es el caso, por tanto, de los grilletes para pies o cadenas para cintura.

La empresa exporta grilletes y material policial a más de 50 países. Según su administrador, entre éstos no se encuentra Ruanda, sometida a embargo de la ONU desde el genocidio de 1994, que dejó un millón de muertos.

La experiencia del periodista Brian Johnson-Thomas, del rotativo británico The Observer, indica lo contrario. Dicho periodista se puso en contacto con una empresa intermediaria de Birmingham (Reino Unido), HPP UK Limited, haciéndose pasar por representante de una compañía de seguridad privada de Ruanda.

A través de su intercambio de cartas con HPP UK Limited, se comprueba que ésta se ofreció a venderle una partida de grilletes para pies y cadenas para cintura, además de gases lacrimógenos y otro material policial, fabricados por Larrañaga y Elorza S. A.

Aunque el pedido se realizó el pasado 30 de agosto, la firma británica estaba dispuesta a entregar la mercancía el 2 de octubre en el aeropuerto de Vitoria, desde donde un avión de carga debía supuestamente trasladarla a Kigali.

En el Reino Unido está prohibida la fabricación o exportación de este tipo de material, pero no gestionar una venta en la que el producto ni siquiera llegaba a tocar territorio británico.

Tomás Astigarraga aseguró a EL PAÍS que su empresa no cuenta con ningún intermediario en el Reino Unido y que HPP UK Limited no es "en absoluto" representante suyo. Sólo admitió que dicha firma es cliente de Larrañaga y Elorza y que es posible que revenda los productos que les compra. "Nunca te dicen quién es el destinatario último del pedido y, si te dan alguna pista, probablemente sea falsa", manifestó.

Esta afirmación se contradicen con el hecho de que, en la propia página que la empresa vasca tiene en Internet (www.alcyon.larranagayelorza.com), en la que se describen con detalle sus productos, aparezca HPP UK Limited como su "agente" oficial en el Reino Unido. Como persona de contacto figura Mary Barford, la misma que firma las cartas dirigidas al falso agente de Ruanda.

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Sobre la firma

Miguel González
Responsable de la información sobre diplomacia y política de defensa, Casa del Rey y Vox en EL PAÍS. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) en 1982. Trabajó también en El Noticiero Universal, La Vanguardia y El Periódico de Cataluña. Experto en aprender.

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