La oposición afirma que gran parte del suelo será industrial

En febrero de 1997 se autorizaron las normas urbanísticas de El Escorial. El pleno de noviembre de ese año aprobó por unanimidad los estatutos de un consorcio para desarrollar El Ensanche. Pero durante los tres años siguientes, la oposición municipal no recibió más información. Hasta el pleno del pasado abril, donde el alcalde propuso unos nuevos estatutos. Luis M. Molero, del PSOE, afirma que no se han respetado los acuerdos del año 1997. Según él, por una parte, no se define claramente el ámbito de actuación. Y, por otra, el suelo pasa a estar destinado preferentemente a usos industriales, no a viviendas económicas, como se había acordado inicialmente. Además de haber "desalojado" a la oposición, que ya no tiene cabida en el consorcio integrado por el Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid.

En el proyecto actual, un 37% del suelo tendrá un uso residencial. El resto lo ocuparán equipamientos de ocio, culturales e industriales, aún sin precisar. El número de viviendas protegidas dependerá de la demanda. El consorcio calcula que entre 600 y 800 de de los futuros 1.200 pisos tengan un precio reducido.

Ecologistas en Acción no comparte el afán urbanizador de los grupos municipales en la serranía madrileña. Advierten de que siempre que se construye de esta forma se afecta a masa de arbolado y a la fauna del entorno. En concreto, en el ámbito de El Ensanche hay roble, melojo y fresno que pueden desaparecer. Sin contar con el impacto paisajístico que afectará al entorno visual de la sierra, e incluso podría tapar la vista del monasterio escurialense.