Un ladrón asesina a un matrimonio de ancianos en su casa de Barcelona

Un matrimonio de ancianos murió ayer acuchillado en la localidad barcelonesa de Sant Boi de Llobregat después de que sorprendieran a un ladrón que acababa de entrar a robar en su vivienda. La policía detuvo, antes de que se descubrieran los cadáveres, al presunto autor del doble homicidio, Óscar R. P., de 25 años, con antecedentes por robo con violencia, al encontrarle en su mochila joyas y documentos sustraídos y que después resultaron ser de las víctimas.

Individuo sospechoso

Los hechos ocurrieron a plena luz del día, entre las diez y las once de la mañana. El presunto homicida penetró en un ático del número 11 de la céntrica calle de Amadeu Vives de Sant Boi, en el que vivía una hija de las víctimas, Antonio Pascual Piendo, de 88 años, y Aquelínez Bénez Cañas, de 86. Desde allí, Óscar R. P. accedió a la vivienda contigua, ocupada por el matrimonio de ancianos. Al parecer, el agresor esperaba encontrar el piso vacío, pero al verse sorprendido por sus ocupantes reaccionó de una forma "extremadamente violenta", según asegura la policía. Los cadáveres mostraban numerosas heridas por un arma punzante, que resultó ser un cuchillo de cocina que fue encontrado posteriormente por la policía.

Las víctimas pudieron ofrecer poca resistencia a la agresión, no sólo por su avanzada edad, sino por su delicado estado de salud. Antonio Pascual permanecía desde hace ocho o nueve años prácticamente postrado en la cama durante buena parte del día y sin poder moverse por una enfermedad. El anciano apenas salía de su domicilio. La hija del matrimonio se encargaba de cuidarlos en los ratos en los que una asistenta, que también se encargaba de las tareas de limpieza, estaba ausente.

Casualmente, uno de los vecinos del inmueble se fijó en un individuo que deambulaba por la calle y cuya actitud le pareció sospechosa. De modo que, antes de que se descubriera la muerte de los dos ancianos, dicho vecino realizó una doble llamada, a la policía y a la Guardia Urbana, para exponer sus sospechas. Por esta razón, un vehículo policial se desplazó a la calle de Amadeu Vives y allí la policía interceptó a Óscar R. P. Tras cachearlo y registrarle la mochila que llevaba consigo, los agentes descubrieron diversas joyas y documentación personal perteneciente a Antonio Pascual y Aquelínez Bénez.

Mientras Óscar R. P. permanecía en la comisaría como sospechoso de robo, la Guardia Urbana recibía una nueva llamada relacionada con el caso. En esta ocasión era la mujer que se encargaba de realizar la limpieza de la vivienda y de cuidar de los ancianos la que daba el aviso de que al llegar al piso, como hacía cada mañana, había encontrado los cuerpos sin vida de Antonio y Aquelínez.

La policía desplazó al lugar varias unidades para comprobar la veracidad del relato de la asistenta. Después ya no hizo falta mucho más para relacionar el robo y el doble homicidio y al detenido por el robo con el responsable de las muertes de los dos ancianos.

Además de la lógica consternación, las circunstancias en que se produjeron las dos muertes sorprendieron a los vecinos del barrio de Sant Boi. Todas las personas que vivían en el mismo inmueble que las dos víctimas aseguraron no haber oído nada, ni gritos ni ruidos, pese a lo avanzado de la mañana.

El matrimonio fallecido era muy conocido en el barrio, especialmente Antonio Pascual, que durante muchos años ejerció como maestro en el colegio Amat Verdú, muy próximo al lugar en el que vivía y donde perdió la vida.

El supuesto homicida, Óscar R. P., de 25 años, llevaba tan sólo tres semanas residiendo en Sant Boi, adonde había llegado procedente de Castelldefels. Cuenta con numerosos antecedentes por robo con violencia y permanecía ayer, a última hora de la tarde, en las dependencias policiales. El sábado pasará a disposición del Juzgado de Instrucción número 4 de Sant Boi de Llobregat, que se ha hecho cargo del caso.