Juegos en la calle
La de ayer también fue una historia de la calle. Por la tarde, en una pequeña plaza del casco histórico de Madrid, Berger volvió a meterse en la piel de los sin techo de la mano de Manuel Rivas, quien dijo: "Berger atrae y nos hace ver mejor y no dejar de plantearnos lo que le pasa al otro y por qué".Los dos leyeron, hicieron pintadas y, sobre todo, jugaron. No estuvieron solos. Se rodearon de músicos callejeros, esos que se ganan la vida a diario tocando para los que muchas veces les han convertido en parte del cotidiano mobiliario urbano. Y también se rodearon de textos que entroncan a través de imágenes poéticas con el mundo de Berger. Textos de Lorca, José Hierro, Claudio Rodríguez, César Vallejo, Ángel González... También la palabra de Berger se convirtió en sonido.
La placita quedó abarrotada de gente que unas veces vitoreaba a los escritores y otras guardaba un silencio inhabitual en esa zona. Llamazares, Martín Largo, Felipe Vega, Pedro Guerra... Todos terminaron entusiasmados al grito de "¡capitalismo-canibalismo!".
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