Amato propone a Rutelli como candidato frente a Berlusconi
Los líderes de los partidos que integran el Olivo, la coalición que gobierna Italia desde 1996, dieron ayer un exultante visto bueno a la decisión del primer ministro, Giuliano Amato, de retirarse de la carrera electoral para dar paso al alcalde de Roma, Francesco Rutelli. Amato se valió de un programa de televisión de gran audiencia para notificar, el lunes por la noche, su decisión a los italianos. Fue una excelente escenificación que vino a demostrar una vez más hasta qué punto la forma importa más que el fondo en la política italiana. "La decisión ha sido mía, la he tomado después de discutirlo con mi mujer", explicó Amato a los telespectadores de Porta a porta, un programa político de gran audiencia. En realidad, existen razonables dudas de que haya sido así. Desde que Amato sustituyó a Massimo D'Alema al frente del Ejecutivo, la pasada primavera, estaba claro que su tarea no era otra que conducir a la coalición hasta el puerto electoral de la primavera de 2001. Y Amato ha prometido que lo hará.
El primer ministro presentó su renuncia a encabezar la candidatura del Olivo como un gesto para evitar rupturas en el seno de la coalición -"en vista de que no todos los partidos me apoyan", admitió-, y desmintió que haya tenido nunca intención de dimitir en diciembre, una vez aprobada la Ley de Presupuestos. Que Rutelli era el hombre elegido por la coalición de centro-izquierda era un secreto a voces desde hace semanas, por más que los líderes del Olivo se empeñaran en repetir que la elección del candidato se haría en una reunión de la coalición prevista para el 14 de octubre.
Farsa escenificada
Visto que la convención del centro-izquierda no podía desarrollarse más que como la escenificación de una farsa, esta fuerza política estudiaba otras fórmulas para salir de un atolladero particularmente molesto en vísperas de la aprobación de la Ley de Presupuestos.Finalmente, Walter Veltroni, líder de los Demócratas de Izquierda, principal partido de la coalición de Gobierno, decidió con Amato que la mejor solución era dejarle al propio primer ministro que hiciera el anuncio del nuevo candidato ante las cámaras de televisión. "Creo que Rutelli tiene óptimas cualidades y está en condiciones de hacer un buen papel", dijo Amato intentando resultar convincente.
Si el antiguo colaborador de Bettino Craxi ha acariciado alguna vez la posibilidad de encabezar la candidatura del Olivo en las próximas elecciones, es difícil saberlo. Elogiado por la prensa anglosajona por su solvencia y experiencia políticas, criticado duramente por el ala izquierdista de la coalición -y por algunos de sus rebeldes, como el senador Antonio Di Pietro-, Amato, de 62 años, era una opción poco clara para el centro-izquierda.
El Olivo ha preferido apostar por la juventud (46 años) y el estilo político más bien neutro de Rutelli para hacer frente al empresario Berlusconi, que el viernes cumplirá 64 años.
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