El PP impone de nuevo su mayoría absoluta en una votación en el Congreso

Por tercera vez en una semana, el PP impuso su mayoría absoluta en el Congreso para rechazar una iniciativa que contaba con el respaldo de toda la oposición. CiU y PNV se habían sumado a la enmienda del PSOE a su proposición no de ley en la que reclamaban la participación de las comunidades autónomas en los consejos de ministros de la UE. En la votación se les unieron además IU, CC y el Grupo Mixto, pero el PP derrotó la propuesta por 161 votos frente a 138.

"El PP va a votar nuevamente contra el conjunto de la Cámara". Con esta expresión, y con la reclamación de silencio del vicepresidente primero del Congreso, Francisco Camps, cerró el debate el portavoz de CiU, Ignasi Guardans. Desde el banco azul, el Gobierno seguía con atención el resultado de una votación que le daba la victoria -161 votos frente a 138 y tres abstenciones- pero que certificaba por tercera vez en una semana cómo sus antiguos aliados nacionalistas se iban con el primer partido de la oposición, el PSOE. Se repetía así una votación similar a la de las parejas de hecho y el cambio de matrículas de los automóviles, la semana anterior.El debate de fondo del pleno del Congreso de ayer no era nuevo. Se remonta a marzo de 1998, cuando el Gobierno, entonces sin mayoría absoluta, perdía en la Comisión Mixta Congreso-Senado una votación frente a todos los demás partidos que le instaban a presentar una fórmula de participación de las comunidades autónomas en la Delegación del Estado en el Consejo de Ministros de la Unión Europea.

CiU y PNV volvieron ayer a la carga con una iniciativa parlamentaria en la misma dirección, ya que en estos dos años el Gobierno y las comunidades autónomas no han logrado un acuerdo sobre dicha participación. En aras de reforzar su posición se sumaron a la enmienda alternativa que les propuso el PSOE. La enmienda, que defendió Rafael Estrella, proponía que un representante de las autonomías pudiera participar en pleno derecho, y por turno rotatorio, en la delegación española ante los Consejos de Ministros de la UE en los temas que afectasen a sus competencias. Y fijaba un plazo de tres meses para regular el mecanismo en la Conferencia para Asuntos Europeos.

Consciente de que el alineamiento con los nacionalistas puede tener un coste en los tiempos que corren, Estrella argumentó que la propuesta de CiU y PNV no es una "reivindicación nacionalista sino constitucional". Es más. Valoró el " esfuerzo integrador" de CiU y PNV, con su iniciativa, al aceptar una participación con otras autonomías en la delegación española ante la UE.

El parlamentario del PP Guillermo Martínez no quedó satisfecho con la explicación socialista y le acusó de "ligereza y frivolidad" ya que "las comunidades autónomas no pueden representar los intereses generales del Estado si no se ha resuelto antes la cooperación" entre ellas.

Ignasi Guardans, de CiU, tuvo una intervención moderada en la que llegó a acusar al Gobierno de "deslealtad constitucional" por incumplir un compromiso implícito, a su juicio, en la Constitución. Margarita Uría, del PNV, vaticinó que "la victoria parlamentaria del PP puede ser pírrica", tras denunciar la actitud dilatoria del Gobierno en abordar la participación de las autonomías en la UE.