Vidrios con alambradas

La fachada del Reina Sofía recibe a los visitantes con alambradas alrededor de las dos torres de vidrio de los ascensores, que siguen con su ritmo acelerado. Las vallas de alambre con las bases de hormigón, como las que se colocan en las obras, se sitúan en la parte superior de los fosos situados en la entrada principal. Las vallas permanecen desde que el pasado mes de junio se descolgaron los anuncios a lo largo de las torres sobre una exposición de diseño gráfico. El director del museo (desde el 2 de junio), Juan Manuel Bonet, se informó ayer de la presencia de las alambradas, que no forman parte de una instalación artística. Los arquitectos de la reforma, Antonio Vázquez de Castro y José Luis Íñiguez de Onzoño inauguraron la obra en 1990. Las torres de vidrio, de patente británica (diseño de Ian Ritchie), han tenido en los últimos cuatro años dos caídas de cristales sin daños (posible efecto del calor en su composición) y una pedrada. Para mayor seguridad se han pedido informes a Cristalería Española y al CSIC y se estudiará el cambio de los vidrios.