PP y PSOE niegan cualquier crédito a Ibarretxe y le responden con sendas mociones de censura
El 'lehendakari' asume que será inevitable convocar elecciones anticipadas y culpa de ello a la oposición
Juan José Ibarretxe se va a enfrentar en las próximas semanas a dos mociones de censura, una presentada ayer por los socialistas vascos y otra que los populares formalizarán el lunes.El anuncio lo hicieron durante el duro y largo debate de política general celebrado en el Parlamento de Vitoria, donde el lehendakari dejó la puerta abierta a un adelanto electoral si continuaba el bloqueo y el enfrentamiento contra su Gabinete.
Juan José Ibarretxe se va a enfrentar en las próximas semanas a dos mociones de censura, una presentada ayer por los socialistas vascos y otra que los populares formalizarán el lunes.El anuncio lo hicieron durante el duro y largo debate de política general celebrado en el Parlamento de Vitoria, donde el lehendakari dejó la puerta abierta a un adelanto electoral si continuaba el bloqueo y el enfrentamiento contra su Gabinete. Los socialistas se adelantaron y registraron su moción al término del debate, con Nicolás Redondo como candidato a lehendakari.
El presidente del PP vasco, Carlos Iturgaiz, mostró los folios de la moción en su última intervención y anunció que el lunes la presentará. Los populares deberán decidir ahora si, tal y como anunciaron, apoyan también la moción de los socialistas.
El Parlamento vasco arranca el curso político sumido en una verdadera convulsión política. Las iniciativas de la oposición se suman a la que el mismo Ibarretxe pidió ayer al presidente de la Cámara, Juan María Atutxa: que antes de que se inicie el periodo ordinario de sesiones se celebre un pleno monográfico para debatir su propuesta de buscar un compromiso basado en la defensa de la vida y el Estatuto, así como en la voluntad de abrir una nueva etapa en Euskadi.
La Mesa del Parlamento, primero, y la Junta de portavoces, después, si no hay acuerdo en aquélla, tendrán que decidir cuál de las iniciativas tiene prioridad. La rapidez de los socialistas en presentar la suya le aprieta aún más las tuercas al lehendakari y recorta su márgen de maniobra para prolongar su permanencia al frente del Gobierno.
En medio de esta ofensiva, a Ibarretxe no le quedan demasiadas opciones. Aunque las mociones sean simbólicas, pues los partidos de la oposición no cuentan con la mayoría absoluta necesaria para hacerlas prosperar, el propio lehendakari admitió que el adelanto electoral resulta inevitable. "Si optan por el bloqueo permanente y por la confrontación, habrá elecciones", afirmó.
Fue una de las primeras frases de su discurso durante la mañana de ayer. El enfrentamiento político se confirmó por la tarde, tras intervenir los líderes de los principales partidos de la oposición.
El PP acusó al lehendakari de ser un "propagador del fracaso", de "liderar el único Gobierno que tiene a toda la oposición con escolta" y de representar lo contrario a un "Ejecutivo que vela por la libertad". Los socialistas le recordaron que en su actual condición "no puede liderar nada" y le reprocharon que cambiara demasiado tarde y sin convicción.
Ibarretxe se resistió a disolver el Parlamento alegando que el adelanto electoral no es un "elixir mágico" y que "no va reducir el clima de enfrentamiento y de división, sino a profundizarlo". Y endosó, no obstante, la responsabilidad de una eventual convocatoria de elecciones no a sus propios fracasos ni a su situación de minoría sino a la actitud de los socialistas y populares.
"Las elecciones nunca solucionan nada", admitió Redondo, "pero abren una nueva época", lo que es necesario para poner fin a "una agonía que la sociedad no se merece". "Lo que crea crispación", agregó, "no son las elecciones, sino los asesinatos".
El portavoz del PNV, Joseba Egibar, afirmó poco antes de concluir el debate que se alegra de que tanto PSE como PP hayan anunciado la presentación de sendas mociones de censura: "Cada uno elige la forma oportuna de hacer política, aunque muchas veces se pueda caer en el ridículo", afirmó.
Egibar ironizó sobre la alternativa que populares y socialistas propondrán como sustituto de Ibarretxe. "Redondo Iturgaiz-Iturgaiz Redondo", señaló, para más tarde animarles a "formular alternativas sectoriales y de pacificación". Acto seguido les acusó de querer paralizar el país con su estrategia de acoso.
Ayer no era día de votaciones, pero de haberlo sido Ibarretxe hubiera perdido por 29 votos (PNV, EA e IU) a 46, ya que ni siquiera tuvo el apoyo de EH. El Parlamento vasco cuenta con 21 diputados del PNV y 6 de EA, frente a 16 del PP, 14 del PSE, 2 de IU y 2 de UA. EH cuenta con 14.
Sin credibilidad
La sesión plenaria fue una simple constatación para el presidente vasco de que el giro hacia posiciones más estatutarias de su discurso, de que su oferta de diálogo a todos los partidos, esta vez menos a HB, y de que la vuelta a postulados del Pacto de Ajuria Enea ya no convencen a nadie.El giro llegó tarde. Los partidos de la oposición le dejaron caer que de haber rectificado hace ocho meses, cuando ETA volvió a los asesinatos, o incluso tras el asesinato de Fernando Buesa, quizás su discurso hubiera podido cambiar los parámetros políticos de confrontación. Pero ayer los partidos le transmitieron con las dos mociones de censura que en este momento sólo existe una posibilidad: la convocatoria de elecciones anticipadas. En un intento por que se debatan sus propuestas Ibarretxe dijo: "Este Gobierno está de pie". Desde los bancos de la oposición le respondieron: "Todavía".
Al lehendakari le pudo el pasado, la coyuntura política y el contexto en el que se ha producido el debate. Los diputados de EH, tras anunciar que dejarán de acudir al Parlamento de manera estable, le acusaron de "dar un paso atrás" frente a la unidad nacionalista a la que apelan para "superar el conflicto" y porque "Ibarretxe vuelve al esquema anterior a Lizarra".
Los demás porque no creen que el giro hacia posiciones más estatutistas del lehendakari sea un giro sincero. Su Gobierno no estará hoy en la manifestación contra ETA organizada por la plataforma ¡Basta Ya!, bajo el eslogan "ETA no, Estatuto y Constitución". Y eso a pesar de que la mayoría de los portavoces políticos reconocieron que ayer puso algo de tierra de por medio respecto al PNV.
Pero ni el PP ni el PSE estaban dispuestos a meter pluma en sus folios y a cambiar sus discursos. Nadie estaba dispuesto a alterar lo que consideran el final de un periodo político que comenzó con la salida del PSE del Gobierno vasco, en junio de 1998; con la firma del Pacto de Lizarra y la unidad nacionalista; con la tregua de ETA en septiembre de ese mismo año, y que finalizó con la vuelta a los asesinatos en enero de 2000 y la ofensiva terrorista que se ha cobrado 13 víctimas.
El PSE considera las elecciones y la salida del PNV de la presidencia un objetivo prioritario en el borrador de ponencia marco que debatirá en su IV congreso. En ese texto, el PSE advierte a Ibarretxe de que no perdonará jamás la actitud del Gobierno tras el asesinato del portavoz del PSE Fernando Buesa. Ayer se lo recordó el secretario general del PSE, Nicolás Redondo: "Usted ha querido introducir aquí señor lehendakari un muro para olvidar el pasado, y eso no se puede hacer, nos ha venido a convencer con el Estatuto pero ya no es posible". Luego concluyó que "ya no está en condiciones de ofrecer ni liderago ni credibilidad".
Los intentos de Ibarretxe por resaltar los buenos datos económicos y de crecimiento del País Vasco fueron inútiles. Aunque tal y como están las cosas no va a poder aprobar ni los presupuestos ni poner en marcha su nueva iniciativa de paz resaltó, como hizo después el portavoz del PNV, la bonanza económica y las buenas perspectivas económicas. "Ibarretxe ha colocado a Euskadi en la primera velocidad europea", dijo Egibar.
Una afirmación que el portavoz del PP Carlos Iturgaiz respondió con contundencia: "Resulta patético su optimismo sobre la economía frente al silencio débil respecto a la caída del indicador de la libertad".
La situación de violencia que vive el País Vasco mereció un capítulo aparte dentro del debate parlamentario. La intervención del portavoz de EH, la versión institucional de HB, Arnaldo Otegi, encadenó toda una serie de alusiones y declaraciones.
Balas para todos
"Ustedes dicen Estatuto y Constitución [dijo en referencia a PP, PSE y UA] y nosotros decimos Constitución vasca y estatuto de integración en la ONU. Bien, todos lo decimos, pero así nos podemos pasar otros diez años a ver quién es más malo". Otegi reconoció que el proceso de construcción nacional ahora es imposible pero tendió la mano a los partidos nacionalistas, hasta cinco veces, para recomponer la unidad y volver a trabajar por la soberanía. También aseguró a Ibarretxe y su Gobierno, que la retirada del Parlamento no va a implicar la vuelta a una política anti institucional. "Simplemente no vamos a venir, y vamos a trabajar por la construcción nacional desde otras instituciones", dijo. Al final, refiriéndose al PP les dijo, en referencia a las últimas operaciones policiales: "Si vienen a por nosotros les vamos a estar esperando".El presidente del PP salió de inmediato para preguntarles si lo harán "armados o desarmados". Y agregó: "No hay suficientes balas para que los populares abdiquemos de nuestras ideas. No hay suficientes para que desaparezcamos ni política ni físicamente. Digales a sus compatriotas que con la ley en la mano, tarde o temprano, lo van a pagar".
Aunque el portavoz del PNV lamentó la situación de los cargos públicos y familias del PP, les recordó que al menos su partido ha hecho una apuesta en favor de la paz. "Y no solo eso", les dijo, "ahora tendrán que decirme si el PNV sucumbió a ETA cuando les dijo que no se adherían a su proyecto a cambio de la paz definitiva. Tendrán que decirme si a pesar de conocer también eso ustedes, el Consejo de Ministros, con Aznar al frente, no han puesto en marcha la mayor campaña contra el nacionalismo".
Una campaña que el lehendakari definió como del "pensamiento único. Ustedes me dirán tal vez que el pensamiento único es profundamente democrático, y que hay que tumbar a quien piensa diferente, porque eso es lo que hacen desde Madrid. Actúan con soberbia", les espetó.
Garaikoetxea también repasó los pasos dados entre los nacionalistas y ETA antes y después de la tregua y el Acuerdo de Estella, y manifestó que "ha sido un esfuerzo hecho con la mejor voluntad porque de verdad creíamos que se estaba dando un giro estratégico hacia las vías políticas".
El secretario general de UA, Pablo Mosquera, ácusó a Egibar de haber llevado al PNV a la actual situación de acoso. El único apoyo que encontró Ibarretxe a su nuevo plan de paz fue el de el portavoz de IU, Javier Madrazo.
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