Cáritas urge a buscar alojamiento para los temporeros

Obligación moral

La comisión permanente de Cáritas de la diócesis Segorbe-Castellón ha reclamado a los empresarios y a las administraciones públicas que se hagan responsables del alojamiento de los temporeros que acudirán a Castellón en la próxima campaña citrícola. Ambas partes deben disponer, según la entidad diocesana, "los medios necesarios para acoger correctamente a alrededor de 3.000 trabajadores en los próximos meses". "Su alojamiento en condiciones mínimas de habitabilidad es una necesidad inaplazable a la que nadie debe volver la espalda", añade el comunicado remitido ayer.Esta campaña citrícola llega en un momento, continúa el texto, "en el que el flujo migratorio es intenso". Así, ofrece datos de las solicitudes de regularización de los inmigrantes, de los que destaca que, en Castellón, 1.700 personas pidieron la normalización de sus papeles hasta el pasado mes de mayo, mientras que Cáritas atendía a otros 577 inmigrantes recién llegados a las distintas comarcas de la provincia. La entidad diocesana habla también en su escrito del "rechazo social" que "dificulta, en la mayoría de los casos, la búsqueda de viviendas de alquiler para los temporeros" ya que, según el mismo escrito, los propietarios alegan que no se les pagará o que se hará mal uso de la vivienda. "Y el escollo es mayor con los inmigrantes, según ha podido constatar Cáritas Diocesana", agrega, para sentenciar que "sólo se encuentran viviendas a precios desorbitados o en condiciones ínfimas de habitabilidad".

Lo que hasta ahora sólo se atrevían a afirmar algunos sindicatos y las organizaciones no gubernamentales, ahora se encuentra argumentado en este comunicado de una entidad dependiente de la Iglesia, que recuerda la "obligación moral" por parte de todos de "acoger y atender a los necesitados en condiciones de dignidad", mientras hace un especial llamamiento a los más implicados, empresarios y Administración pública. Pero aún va más allá y reclama también la atención de los sindicatos, a los que pide, junto con las organizaciones empresariales, que, en la negociación del convenio colectivo citrícola, se regulen unas condiciones laborales y sociales dignas para los temporeros agrícolas.Una vez abordado el tema, Cáritas hace mención también a la falta de mano de obra que ha sido reclamada en los últimos meses, sobre todo, por los empresarios castellonenses. A este respecto, indica que debido a que las previsiones han apuntado a la demanda de 7.000 trabajadores para cubrir las necesidades productivas de la provincia, este hecho provoque un "obligado planteamiento serio y global sobre las necesidades de este colectivo de inmigrantes". A eso añade que "la dimensión humana del problema debe ser objeto de reflexión general", a la vez que recuerda que en Castellón el colectivo de inmigrantes es menor que en otras zonas de Europa.