Rescatados cerca de Florida un cadáver y 9 supervivientes tras caer al mar un avión cubano
Un piloto cubano que trabajaba en la fumigación de campos para una empresa agrícola de la isla emprendió ayer la huida hacia Estados Unidos junto a su esposa, sus dos hijos y otras seis personas en una avioneta. No lograron su objetivo. En la mañana de ayer, después de que Cuba comunicara a Estados Unidos el "secuestro" de un aparato, éste desapareció de los radares tras precipitarse al mar. Un buque carguero de bandera panameña logró recuperar un cadáver y nueve supervivientes, uno de ellos herido en la cara y en el cuello.
Aunque en un principio se habló de 14 y hasta 18 pasajeros, los propios supervivientes confirmaron que se trataba de 10. Los viajeros eran el piloto, Ángel Lennin Iglesias, su esposa Mercedes Martínez y sus dos hijos, de 7 y 13 años, según informaron sus familiares en la localidad cubana de Los Palacios, en la provincia de Pinar del Río. Otras dos mujeres, otro niño y tres hombres completaban el pasaje.El pequeño aparato, un Antónov An-2 de fabricación rusa, alcanzó al menos tres pequeños aeropuertos en Cuba antes de emprender vuelo a Estados Unidos. Iglesias trabajaba como piloto en la empresa Granja Arrocera Agrícola de Vuelta Abajo, a 130 kilómetros al suroeste de La Habana, informa France Presse.
La Guardia Costera de Estados Unidos confirmó anoche el rescate por parte del carguero de nueve supervivientes (tres hombres, las tres mujeres y los tres niños) y un cadáver (hombre) en el Golfo de México. Un helicóptero partió esta madrugada a la zona para evacuarlos y prestar asistencia médica al lesionado. El barco de carga Chios Dream les rescató en aguas internacionales, a más de 320 kilómetros al oeste de Cayo Hueso.
Las autoridades cubanas habían avisado a las norteamericanas de que se había producido un secuestro aéreo alrededor de las nueve de la mañana. Dos horas después el avión desapareció de los radares. Anoche no se conocía la causa por la que el aparato se precipitó al mar. El Antónov, de fabricación rusa, tiene un solo motor y capacidad para 12 personas, aunque en la actualidad no se dedicaba al transporte de pasajeros sino a labores agrícolas.
La misteriosa desaparición de la avioneta de los radares a unas 50 millas al sur del cayo Marquesas, aún en aguas internacionales, desconcertó a los funcionarios de EE UU, que lanzaron una masiva operación de rescate. Cuatro aviones F-15 y F16, tres helicópteros Delfín, un Falcón Jet y tres cutters despegaron de la base aérea de Homestead y del aeropuerto de Opa-Locka, cerca de Miami, junto con tres escampavías del Servicio de Guardacostas que rastreaban la zona. El FBI, por su parte, desplazó a varios agentes para interrogar a los supervivientes. Según el Pentágono, poco después de despegar de Pinar del Río el piloto advirtió por radio a Cuba de que sólo tenía combustible para una hora y media. De seguir el procedimiento migratorio habitual, EE UU podría repatriar a los supervivientes al hallarlos en aguas internacionales, una vez que pasaran reconocimiento médico. No obstante, la portavoz del FBI, Judy Orihuela dijo que "no se tomaría una decisión hasta que no se lograra un acuerdo con Cuba".
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