Muere el segundo de los octillizos recién nacidos en Milán
Los seis supervivientes están en "alto riesgo", según los médicos
Uno por minuto
Un segundo de los octillizos italianos nacidos entre el pasado miércoles y el domingo murió ayer por la mañana en el hospital Niguarda de Milán. La primera baja se registró el domingo por la noche. Los octillizos vinieron al mundo a los seis meses de gestación. El equipo médico asegura que las condiciones de salud de la madre y de los seis bebés supervivientes son buenas, aunque en el caso de los recién nacidos nadie se atreve a pronunciarse sobre las expectativas de vida. "Habrá que esperar al menos 28 días para un diagnóstico", explicó ayer el responsable de vigilancia intensiva neonatal, Vito Console. "La literatura médica coincide en calcular en estos casos un 40% de posibilidades de supervivencia".Los seis gemelos de Mariella Mazzara, de 31 años, y Giovanni Pirrera, de 34 años, están sometidos a un estricto control médico en sus incubadoras, protegidos del circo mediático que se ha organizado en torno al caso. La primera niña, Margarita, nacida el miércoles pasado, es la que menos pesa y la que más débil parece. Michele, el segundo -que vino al mundo a las 19.16 del domingo con un parto natural que desencadenó los acontecimientos, obligando a los médicos a hacer nacer a los restantes hermanos mediante una cesárea-, parece el más fuerte, dentro de la fragilidad general. Los otros cuatro supervivientes, dos niñas y dos niños, se encuentran en un nivel de "alto riesgo", como ayer insistieron en subrayar los médicos que les atienden.
Demasiados bebés y una gestación demasiado corta como para esperar milagros. Los doctores de los hospitales Niguarda y San Paolo, que controlaban desde julio pasado el embarazo de Mariella Mazzara, insistieron ayer en que el problema que presentan los supervivientes no reside tanto en sus dimensiones reducidas (más pequeños que la mano del obstetra que les ayudó a nacer) ni en su peso exiguo, sino en la inmadurez del organismo.
Un feto sólo dispone de pulmones con capacidad de respirar, aseguran, a las 30 semanas de embarazo, y los gemelos milaneses han nacido entre la vigesimoquinta y la vigesimosexta semana. Pero además hay que contar con la inmadurez del cerebro, que dirige las funciones de todos los órganos y necesita también más tiempo de maduración. Otro tanto puede decirse del sistema inmunológico.
El profesor Console relataba la experiencia del parto por cesárea en el que nacieron seis de los gemelos, el domingo por la noche, calificándolo de "extraordinaria". "En la sala de partos éramos 20 personas, y fuera otros 14 especialistas. El doctor Pardi [jefe de Obstetricia de la clínica San Paolo de Milán] extraía los bebés uno tras otro, al ritmo de uno al minuto. Estaban inertes, pero enseguida eran reanimados". Todos menos uno, el pequeño Angelo. Poco después de las seis de la mañana de ayer, moría Cristina, la segunda recién nacida, con problemas de coagulación en la sangre.Los octillizos han desarrollado una batalla sin cuartel en el seno materno para asegurarse la mejor nutrición. Una situación anómala, porque un embarazo múltiple de estas dimensiones es antinatural, como ayer recordó el titular de Pediatría de la Universidad de Florencia, Gian Paolo Donzelli: "Ha sido un embarazo provocado por una excesiva estimulación ovárica y desde el principio era una gestación anómala". Donzelli se sumaba así a la marea de críticas al embarazo, que han obligado a intervenir incluso al ministro de Sanidad, el oncólogo Umberto Veronesi, que rechazó definir como un fracaso de la medicina el embarazo, aunque aconsejó la adopción como método ideal. Veronesi habló de "éxito excesivo".
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