Ansio, un proyecto a corto plazo
Metros y metros
De las cenizas de los viejos Altos Hornos de Bilbao no paran de salir grandes proyectos. El último, y el que cuenta con más visos de hacerse realidad, es el de la Feria de Bilbao, que seguirá con el mismo nombre pese a trasladarse a Barakaldo. Uno de los mayores escollos era la negativa del alcalde de esta localidad, el socialista Carlos Pera. Sin embargo, las conversaciones con la Diputación dieron sus frutos. Barakaldo tendrá feria y contará con la recalificación pertinente de los terrenos otrora industriales de Ansio. Así, otros proyectos, como el tan manido del centro comercial Ikea, tendrán que emigrar a otras parcelas.Altos Hornos de Vizcaya ocupó algunos de los mejores terrenos de la Margen Izquierda. La vega de Ansio, donde se levantarán una, dos o tres torres junto a los pabellones feriales, se encuentra en el lado izquierdo de la carretera si uno va de Bilbao hacia el puente de Róntegui. Al otro lado de la carretera se encuentra el Hospital de Cruces.
Las actuales instalaciones de la feria en Bilbao ocupan 119.658 metros cuadrados, nada comparable a los 433.900 que se prevén en el plan de viabilidad. Estos metros no irán en su totalidad a zona de exposición sino que redundarán en todo un entorno de servicios y zonas verdes. El área actual de exposición es de 76.647 metros y la futura será de 126.925, ampliables en otros 23.00 metros cuadros. Las zonas de recepción pasan de 1.341 metros a 26.450. El centro de reuniones de 1.300 a 19.525, los accesos ocuparán 27.500 metros, los almacenes 45.000 (antes 4.000), y las oficinas 5.000 frente a los 3.500 actuales El parking, con 201.000 metros, también crecerá en 51.000.Para los responsables del proyecto, Ansio cumple los requisitos tecnológicos y de comunicaciones necesarios para un feria moderna. De hecho, el proyecto, que quiere salir del encajonamiento de la actual ubicación en Bilbao, cuenta además con una serie de servicios complementarios para facilitar el desarrollo de las ferias. Entre ellos están la creación de una estación intermodal, con metro y autobuses, y la construcción de un hotel al pie de las instalaciones. La feria pretende que este proyecto sea desarrollado por una empresa del sector hostelero, que asuma el coste del suelo, la edificación y la gestión. Este es un modelos que se repite en casi todos los recintos feriales de nueva construcción.
Por otra parte, la feria quiere rentabilizar las instalaciones incluso cuando no haya ferias más de 200 días al año. Así, tras manifestar su voluntad plena de construir una feria propiamente dicha, se anuncia el deseo de crear en uno de los pabellones una instalación multiusos.
