Los agricultores bloquean Segovia en protesta por el precio del gasóleo
El Gobierno holandés compensará fiscalmente a los transportistas
Cerca de medio centenar de tractores de agricultores bloquearon ayer durante cerca de tres horas, en protesta por el encarecimiento del gasóleo, el centro urbano de Segovia, después de que abandonaran la ciudad las delegaciones que participaron en la cumbre hispano-alemana. El Gobierno holandés, por su parte, alcanzó un acuerdo de compensación fiscal con los transportistas para que éstos cesen las movilizaciones.
Acuerdo en Holanda
Coincidiendo con el encuentro político hispano-alemán, las organizaciones Asaja y COAG ya habían llevado a cabo el viernes concentraciones de tractores en diversas carreteras de la provincia segoviana, con el fin de protestar por los precios del gasóleo, además de criticar al Ejecutivo alemán por considerarle cómplice del debilitamiento del euro frente al dólar, en beneficio de su economía.Responsables de las asociaciones aseguraron que habían pactado con el subdelegado del Gobierno en Segovia, Manuel Junco, que se iba a permitir la entrada de 50 tractores hasta las proximidades del acueducto desde las diez de la mañana de ayer, mientras se celebraba en el alcázar la última reunión de la cumbre. Sin embargo, unidades antidisturbios del Cuerpo Nacional de Policía y de la Guardia Civil, con apoyo de helicópteros, impidieron cualquier movimiento de los tractores, registrándose momentos de tensión entre agentes y agricultores, mientras quedó interrumpido el tráfico en varios puntos toda la mañana.
Indignados, los agricultores lograron entrar en la ciudad sobre las 13.30, aparcaron sus tractores en la plaza de la Artillería, junto al acueducto, y se fueron a comer, hasta que se retiraron tres horas más tarde, ocasionando un importante caos de tráfico, que obligó a los automovilistas que accedían a Segovia a utilizar itinerarios alternativos.
La jornada de protesta contra la subida de los carburantes que los transportistas holandeses organizaron el viernes ha dado frutos inmediatos, informa Sonia Robla desde Amsterdam. Tras varias horas de conversaciones a puerta cerrada, el Gobierno que lidera el laborista Wim Kok aceptó, entre otras medidas, un aumento de las devoluciones fiscales del gasóleo con efectos retroactivos. De los acuerdos, que van a costar al Gabinete casi 500 millones de florines (unos 40.000 millones de pesetas), se pueden beneficiar también las compañías de autobuses y, si Bruselas lo autoriza, incluso los taxis.El Gabinete no cedió a la reclamada reducción de los impuestos de los carburantes, pero ambas partes acordaron, como salida a corto plazo, la devolución de 14 céntimos para el periodo comprendido entre enero y marzo de este año, 10,5 céntimos de julio a septiembre y 3,3 de octubre a diciembre. Y el sector disfrutará de una ampliación de tres meses para pagar el impuesto de circulación.
Los transportistas suecos, por su parte, efectuaron ayer diversos cortes de carreteras y entradas a puertos marítimos, originando las consiguientes congestiones de tráfico. También los camioneros alemanes prosiguieron sus movilizaciones, aunque con menor intensidad que en jornadas anteriores. Los transportistas noruegos han convocado una huelga total para octubre si el Gobierno no introduce una bajada de los impuestos para los carburantes en el Presupuesto para 2001.
En España, el Gobierno iniciará mañana, lunes, una ronda de negociaciones con transportistas y agricultores para intentar presentar un conjunto de soluciones antes de que comiencen, el próximo martes, las tractoradas y concentraciones frente a las subdelegaciones del Gobierno en 34 provincias españolas y antes de que este colectivo inicie el paro de 72 horas que ha previsto llevar a cabo a partir del próximo 2 de octubre.
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