Ejecutado un preso en EE UU pese a la intensa movilización en contra en Italia
El preso italo-americano Derek Rocco Barnabei, de 34 años, fue ejecutado esta madrugada por inyección letal en la prisión de Greensville (Virginia). De nada sirvió que decenas de miles de italianos se concentraran ayer en diversas ciudades para expresar su rechazo a la pena de muerte. En el Coliseo de Roma, un monumento que se ilumina cada vez que se conmuta una ejecución o que la pena capital es abolida en un país, se celebró una velada especial organizada, entre otros, por la comunidad laica de San Egidio. La ejecución se produjo a las nueve de la noche (hora local), las tres de la madrugada, hora peninsular española. Derek Barnabei reiteró su inocencia antes de recibir la inyección letal. Poco antes de la hora de la ejecución, el Departamento de Estado de EE UU alertó a sus ciudadanos de viaje en Italia de posibles y no especificadas represalias contra ellos por parte de exaltados que protesten por la ejecución del italo-americano. El caso Barnabei ha centrado la atención de los espacios informativos de la radio y la televisión además de los principales diarios italianos, que han seguido al minuto la fase final del proceso. Derek Barnabei, de padre italiano y madre norteamericana, fue condenado a la pena capital por el asesinato de su novia, Sarah Wisnosky, de 17 años, ocurrido en Norfolk (Virginia) en 1993.
Los esfuerzos de la defensa, en manos de los más prestigiosos penalistas de Estados Unidos, por demostrar que algunas de las pruebas contra el imputado habían sido manipuladas fracasaron el martes pasado cuando el juez del tribunal federal de Virginia rechazó tal hipótesis.
El análisis del ADN de los restos orgánicos encontrados entre las uñas de la víctima implicó directamente a Barnabei, pero los abogados del joven han denunciado como una grave irregularidad la desaparición del sobre que contenía dicho material y su reaparición misteriosa.
El cadáver de Sarah Wisnosky fue localizado en un río de Norfolk con el cráneo destrozado a martillazos y signos de violencia sexual. La autopsia demostró que había sido violada y en el cuarto de estudiante de Barnabei se encontraron manchas de sangre de la joven.
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