Escaso nivel creativo en los últimos desfiles de la Pasarela Gaudí
La cara industrial del diseño enturbia las propuestas de Basi y Valls
Las últimas propuestas de los diseñadores que han participado en la pasarela Gaudí no han dado la talla. La cara industrial del diseño ha enturbiado las propuestas más creativas de Armand Basi, incluso David Valls ha perdido sutilidad para ganar en estrategia comercial, y Roger O ha presentado una serie de prendas de corte desfasado. La pasarela, que despertó un desproporcionado entusiasmo inicial, se clausuró ayer. El último desfile presentaba las propuestas de Mila y Tucho Balado, que tampoco despertaron entusiasmo.
Espacio alternativo
Mientras que en algunas propuestas el color no tiene límites, en otras el tono cromático es aburrido. Los diseños firmados por Armand Basi para la temporada primavera y verano de 2001 están inspiradas en la Alejandría de Kavafis, en el blanco de los pueblos mediterráneos, salpicados de rosas azules y violetas, y en la gráfica histórica. El diseñador propone una colección en la que destacan las formas fluidas, haciendo hincapié en las prendas desestructuradas, detalles de aspecto antiguo, aberturas estratégicas y aplicaciones de pasamanería. Al día le van bien los vaqueros con lurex y a la noche encajes y transparencias.La piel merece capítulo aparte. Favorecido por este material, Basi propone soluciones cada vez más confortables, como las aberturas posteriores de las faldas adornadas con sedas en forma de fuelle, faldas muy cortas en forma de pareo y pantalones pirata en colores brillantes.
En cambio, David Valls, que no estuvo presente en la pasada edición, ha descubierto su cara más comercial. Viste al hombre con prendas holgadas y a la mujer con superposiciones muy poco innovadoras. No cree en la vuelta del color y sólo concede protagonismo al blanco y a los tonos crudos. En general, esta ha sido una de sus peores apuestas. Lo mejor, ese juego de texturas de punto brillante, y lo peor, como se ha dicho, las superposiciones: camisa, vestido y pantalón de ala ancha. Mira mejor al hombre -al que viste con prendas holgadas, a las que da una ambientación relajada y moderna- que a la mujer.
Roger O, en complicidad con el negro, decide prescindir de la historia y se encara al futuro con fórmulas de un pasado remoto. El suyo ha sido un desfile lento, abarrotado de prendas oscuras con escaso valor estético y ningún apunte innovador. Vestidos largos con formas inexpresivas, recursos estilísticos rebuscados y difíciles de encajar, tanto a diario como en ambientes de fiesta.
Tampoco la pareja de diseñadores Mila y Tucho Balado, que firman la línea MYT, supieron estar a la altura de una pasarela que había despertado expectación anunciando una ambientación glamourosa. La pareja de diseñadores continúa cultivando la filosofía del menos es más y dando protagonismo a los tejidos traslúcidos. La mayoría de sus prendas son de carácter unisex y cultivan la ambientación deportiva con intenciones futuristas. Apuestan por la sencillez de lo indispensable y el rigor de lo funcional para formular un tipo de ropa que lo mismo sirve para el verano que para el invierno, para estar en casa o salir a la calle.
El casting ha sido celebrado. Aunque la modelo más fotografiada ha sido Esther Cañadas, desfilando para TCN, una espectacular Nieves Álvarez supo estar a la altura demostrando una vez más fuerza profesional. También pasó por la pasarela la cantante Tamara desfilando para Hannibal Laguna, y Marián Aguilera para Lydia Delgado. Martina Klein y Laura Sánchez pusieron la guinda.
Pero no todo ha sido pasarela, un nuevo espacio, el Village Gaudí, ha concentrado a un público diverso, más preocupado por dejarse ver y fotografiar que por enterarse de las tendencias que pronostican los creadores. Algunos famosos aplaudieron desde las primeras filas a sus diseñadores favoritos: Jacqueline de la Vega a Hannibal Laguna, Sílvia Munt y Ana Fernández apoyaron a Lydia Delgado, y la nueva promesa del cine, el futbolista Iván Peñaranda que, tras haber goleado en el Mallorca, ha sido contratado en Italia por Berlusconi.Aunque, tanto en la pasarela como en Village, la expectación de los primeros días acabó estrellándose contra la pasarela del Maremàgnun, la idea de separar los desfiles de su parte menos glamourosa, los salones comerciales, ha sido celebrada desde todos los sectores.
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