Maná y Carlos Santana comparten cuatro Grammy Latinos en una gala equilibrada

ENVIADA ESPECIALLa primera edición de los premios Grammy Latinos, que se celebró la noche del miércoles (madrugada del jueves en España), dejó, en general, muy buen sabor de boca y repartió de forma equilibrada premios en 40 categorías. No hubo un claro vencedor, aunque el grupo mexicano Maná y su colaboración con Carlos Santana sumó, entre ambos, cuatro estatuillas. Tres trofeos se llevaron Luis Miguel, el gran ausente de la noche, y Juan Luis Guerra, Shakira y Fito Páez, dos. Los españoles volvieron a casa con un total de cuatro grammys. Y por dividir, que no quede: Tomatito recogió dos de ellos, por sus trabajos como colaborador con Camarón y Michel Camilo.

Homenaje a Tito Puente

Año mágico para Carlos Santana, que en la edición general de los Grammy se llevó otros ocho trofeos. En los Grammy Latinos el legendario guitarrista se llevó uno como mejor interpretación instrumental pop, por El farol; otros dos por Corazón espinado junto a Maná, y estos últimos recogieron a su vez un premio más por mejor interpretación vocal pop para dúos o grupos por Se me olvidó otra vez. Y todo eso con sólo tres canciones sueltas. Y esa fue la tónica de toda la noche. No hubo un vencedor claro y visible, aunque sí un silencioso perdedor. El colombiano Carlos Vives partía como favorito con seis candidaturas y al final no se llevó nada. O sí. Su actuación, casi al concluir la ceremonia celebrada en el Staples Center de Los Ángeles, fue muy aplaudida.Todo empezó con cierta confusión y fuera de la vista de los millones de espectadores que asistieron a la gala a través de sus televisores en cerca de 105 países. Antes de la ceremonia oficial se celebró algo llamado Pre telecast, donde se fueron anunciando los ganadores de los Grammy Latinos, que se pudo seguir a través de un circuito en el interior del recinto. La cantante Jaci Velásquez, en quien recayó la responsabilidad de leer buena parte de los resultados de las votaciones, se mostró incapaz de leer un alto porcentaje de los nombres y títulos de los discos. Pero esta parte era sólo un borrador del show y el tema del bilingüismo fue salvado por los presentadores oficiales e incluso por los artistas.

Los actores Andy García, Jimmy Smits (de la serie Policías en Nueva York) y la cantante Gloria Estefan abrieron la gala televisiva e inmediatamente se dejó sentir la fuerza de la música latina con el tributo al recientemente fallecido Tito Puente. Una orquesta compuesta por Michel Camilo, Arturo Sandoval, Dave Valentin y Sheila E, con el cantante Ricky Martin a la cabeza, interpretó el tema más famoso de Puente, Oye como va, que terminaron de cantar Celia Cruz y Gloria Estefan.Los presentadores del primero de los premios de esta parte del espectáculo fueron Antonio Banderas y Penélope Cruz. Y fue para el dominicano Juan Luis Guerra, por la mejor interpretación de merengue en el álbum No es lo mismo ni es igual. Guerra se llevó otros dos gramófonos dorados por la mejor canción tropical (El Niágara en bicicleta) y uno técnico: mejor ingeniería de grabación.

El mexicano Luis Miguel obtuvo tres Grammy Latinos: álbum del año y mejor álbum pop (Amarte es un placer) y mejor interpretación vocal pop masculina (Tu mirada). Su ausencia en esta cita fue bastante notable y quizá haya perjudicado más a su imagen que al desarrollo de los premios. El puertorriqueño Marc Anthony se llevó el trofeo a la canción del año por Dímelo (I need to know). El septuagenario cantante cubano Ibrahim Ferrer ganó, paradójicamente, el premio al mejor artista nuevo.

La colombiana Shakira fue la intérprete femenina más reconocida. Se llevó los premios en las categorías correspondientes en pop y en rock por Ojos así y Octavo día. El caso tuvo su equivalente en el argentino Fito Páez, considerado mejor intérprete vocal de rock por Al lado del camino, un tema que también obtuvo el reconocimiento como mejor canción de rock. Destacable fue también el premio a los mexicanos Café Tacuba, que destacó su disco Revés/Yo soy como mejor álbum de rock.

Dos veteranos de la música latina y grandes difusores de ella a lo largo de muchas décadas también recibieron premios: Celia Cruz, con una espectacular peluca azul eléctrico, subió a recoger su premio a la mejor interpretación de salsa al ya célebre grito de ¡Azúcar! El segundo fue Tito Puente por su disco casi póstumo Mambo Birdland. No tan rumbosa, pero inmesamente respetada, la argentina Mercedes Sosa ganó el premio al mejor álbum folclórico por su Misa criolla.

El matrimonio Estefan, duramente criticado y acusado de favoritismo, se llevó a casa los premios al mejor vídeo musical (No me dejes de querer) y productor del año. En los apartados de música brasileña destacan tres grandes nombres de la canción de ese país: Caetano Veloso ( Livro, mejor álbum de música popular brasileña), Milton Nascimento (Crooner, mejor álbum de pop contemporáneo) y Djavan (Acelerou, mejor canción brasileña).