Un pueblo de Soria se rebela contra la devolución de un niño adoptado

Un juez de Salamanca ha ordenado que un niño de 20 meses, adoptado por un matrimonio residente en El Royo, un pueblecito de Soria, sea devuelto a su madre biológica, una enferma mental ingresada en un centro de Salamanca. El juez aduce que el niño puede ayudar a recuperarse a su madre trastornada. La decisión ha rebelado a los 200 vecinos de El Royo, que aseguran que no están dispuestos a dejar que se marche el niño.

El auto del juez se basa en el informe de un médico que trata a la madre biológica, y que considera de vital importancia para su recuperación que tenga contacto con su hijo, D. L. B., según informaba ayer El Norte de Castilla. Dicha decisión judicial ha sido ratificada por la Audiencia provincial salmantina, y su comunicación ha caído como una bomba sobre el matrimonio adoptante: Carlos de Francisco y Raquel Gómez, que se hicieron cargo del niño hace 15 meses en régimen de acogimiento familiar, un proceso previo a la adopción definitiva.Se da la circunstancia de que El Royo es el lugar de nacimiento del ministro de Administraciones Públicas, Jesús Posada. Un Pleno extraordinario del Ayuntamiento de El Royo, integrado por el PP y la Agrupación Independiente (AI), acordó ayer por unanimidad instar a la Junta de Castilla y León a que recurra el fallo judicial.

"Yo siempre le iba a hablar bien de su madre biológica", decía ayer la madre adoptiva, Raquel Gómez, que trabaja en una residencia de ancianos de la diputación. "Le iba a decir que, si es bonito tener una madre, él iba a tener dos. Y por eso no le he cambiado su nombre, que es Diego. Sé que ella le quería y le quiere, pero no se puede hacer cargo de él, y el padre tampoco".

La sentencia de la Audiencia Provincial de Salamanca, del pasado 11 de septiembre, obliga a la Gerencia de Servicios Sociales a internar al menor en un centro de acogida de esta provincia para habilitar un régimen de visitas a sus padres biológicos.

El niño nació el 4 de enero de 1999 en Salamanca y siete días después la Gerencia de Servicios Sociales abrió un expediente de protección y tutela por las severas enfermedades psíquicas que padecían sus padres. La madre biológica padece un trastorno bipolar, y el padre, una esquizofrenia. La Gerencia de Servicios Sociales se hizo cargo del niño y el menor fue entregado a Carlos Francisco y Raquel Gómez, quienes se hicieron cargo del pequeño desde esa fecha.