Los socialistas presentarán una proposición de ley sobre la reforma de las humanidades
Pilar del Castillo rechaza un acuerdo parlamentario por no retrasar el plan del Gobierno
Seis ejes del cambio
El PSOE presentará en las próximas semanas una proposición de ley para la reforma de las enseñanzas de humanidades desde primaria al bachillerato. Los socialistas están elaborando este proyecto con el fin de impulsar el debate parlamentario sobre las humanidades, ya que la ministra de Educación, Pilar del Castillo, rechazó ayer en el Congreso de los Diputados la propuesta de la oposición de promover un acuerdo sobre esta cuestión. La ministra justificó su negativa argumentando únicamente la premura del Gobierno por sacar adelante esta reforma: "Lo importante es dar pasos sólidos y firmes, tener una posición de avance y no posponer y retrasar". Del Castillo reiteró la intención del Gobierno de realizar los cambios en los contenidos y el horario de las materias de humanidades mediante dos reales decretos con los que modificarán los contenidos mínimos comunes (los que establece el Gobierno para todo el país) de todas las materias, incluidas las humanidades.
Los socialistas consideran que el consenso prometido por Del Castillo "no concuerda con la utilización de una vía como el real decreto, que no tiene que pasar por el Parlamento", según señala la portavoz socialista de Educación en el Congreso, Amparo Valcarce. Esta diputada explica que su partido considera que la reforma de las humanidades "no debe limitarse exclusivamente a los cambios en los contenidos mínimos, sino que tiene que recoger otros aspectos que no pretende abordar el Gobierno en su plan".
Entre los aspectos que debe incluir la reforma de las humanidades, en opinión del PSOE, figuran seis apuntados por Valcarce, y alrededor de ellos girará la proposición de ley socialista: - Un plan de financiación de la reforma.
- La revisión de los contenidos de lengua y literatura, historia, lenguas clásicas y filosofía, fundamentalmente. Los cambios en historia deberán hacerse de acuerdo con la "común de todos los españoles con una visión plural", y se deberá además impulsar el castellano y las lenguas cooficiales.
- Un programa para impulsar la lectura en los centros escolares (como señalaba el dictamen de la comisión de humanidades que en 1988 presidió el ex ministro de Educación con UCD Juan Antonio Ortega y Díaz-Ambrona), acompañado de un plan de bibliotecas escolares que incluya una financiación específica. El Consejo Escolar del Estado ha señalado en su último informe, presentado ayer en el Congreso, que se debe tener en cuenta el texto coordinado por Ortega y Díaz-Ambrona al acometer la reforma de las humanidades.
- Una concepción amplia y actual de las humanidades en las que se incluya también el impulso de los contenidos científicos y, entre ellos, de las nuevas tecnologías y el acceso a Internet.
- La promoción de la educación en valores.
- El apoyo a la multiculturalidad con un proyecto específico de integración de minorías que cuente con una financiación propia.
El Gobierno tiene ya el visto bueno de Coalición Canaria a su proyecto, actualmente está negociando con CiU y hasta el momento no ha mantenido contactos con el PNV. Pilar del Castillo espera tener listos los textos de los reales decretos a finales de septiembre y confía en conseguir el consenso de los socialistas sobre el plan que entonces les expondrá. Su intención es, aparte de cambiar los contenidos de las humanidades, aumentar la carga horaria de lengua castellana, literatura y matemáticas a costa de las optativas. Se verían además menguadas la educación física (actualmente obligatoria en ESO), la música, la tecnología y la educación plástica (obligatorias ahora en 1º, 2º y 3º de ESO y optativas en 4º).
Por otra parte, el secretario de Estado de Cultura, Luis Alberto de Cuenca, manifestó ayer que "en la medida que las librerías se vean afectadas negativamente por la nueva normativa de libros de texto, el ministerio canalizará, en colaboración con ellas, las acciones que resulten necesarias".
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