"Para la música antigua son necesarios el buen gusto y la intuición"

Christophe Coin es uno de los mayores expertos en música antigua de Europa, no en vano está considerado como un intérprete de viola de gamba de primera fila, además de un sensible director de distintas formaciones especializadas en la interpretación de partituras con los instrumentos y técnicas originales. Ayer abrió el 19 Festival de Música Antigua de Vitoria, dirigiendo el Ensemble Baroque de Limoges, con el que interpretó obras de Couperin, Buxtehude y Bach, a quien están dedicados estos días de música.Pregunta. ¿Qué lleva a un músico a plantearse a interpretar con instrumentos y técnicas originales?

Respuesta. Para mí el motivo no es ser auténtico, no me interesa el carácter museológico de la música. Creo que los instrumentos de la época, aunque muchas veces llevaban a la frustración -como le pasaba a Beethoven con los pianos-, eran el único destino para el que se escribía la música; es decir en cada época se tocaban las composiciones del momento. Así ha ocurrido en todos los tiempos, menos en el nuestro, cuando interpretamos ocho siglos de música. De ahí que sea interesante acercarse con los instrumentos originales al natural de la composición.

P. ¿Qué es lo que se tiene en cuenta además del instrumento para interpretar música antigua?

R. Cada vez tenemos mucha más información sobre que el compositor elegía la instrumentación con más criterios que los puramente musicales. De ahí que sea muy importante acercase a esas partituras procurando ser lo más fieles posibles al autor.

P. ¿El oyente medio puede percibir la diferencia entre la interpretación al estilo original y la actual?, ¿No es una música para especialistas?

R. Como interpretación sí es muy especializada, pero si el resultado es convincente, entonces el público, aunque no tenga idea, lo recibe con más fuerza. Depende también del intérprete, que tiene que hacer música para el público de hoy con aquellos materiales originales.

P. Y el director, ¿qué criterios sigue?

R. Está claro que somos personas de hoy, que no podemos meternos en la cabeza de los músicos de hace 250 años, pero sí hay dos pautas imprescindibles a la hora de enfocar una obra, además de la información: el buen gusto y la intuición. No se trata de buscar efectos. En nuestra generación, parece que lo primero es ser original, pero muchas veces se cae en la demagogia. La música de Bach o la francesa de esa época tienen su fuerza por sí mismas.

P. ¿Qué diferencia estos viejos instrumentos de los actuales?

R. Un instrumento abandonado uno o dos siglos es como un caballo abandonado en estado salvaje durante años y que luego se resiste a ser domado. De este modo, tenemos que ir con mucho cuidado en su recuperación.