_
_
_
_
Tribuna:
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Clamor

Alumnos, profesores, administrativos, ujieres, sindicalistas, padres, madres, catedráticos, vicerrectores, librepensadores, políticos, columnistas, empresarios... Miles de gargantas vertebradoras reclaman a Eduardo Zaplana desde Alicante, Valencia y Castellón que recapacite, rectifique y asuma el proyecto de parque científico de la Universidad de Alicante, que hasta el empresariado más sumiso y autoridades del mismo signo político que el presidente consideran beneficioso para el tejido productivo de la Comunidad. Y Zaplana calla, equivocado en la creencia de que dar marcha atrás se entendería como un síntoma de debilidad. Obsesionado en que respaldar esa idea bien parida sería tanto como encumbrar a los altares al rector Andrés Pedreño. Y a la bicha, que no muere, mejor ni mentarla. Cuanto mejores son las iniciativas del académico, mayores sus ofensas, mayor su delito y más irracional el castigo.La polémica, bien es cierto, ha servido para publicitar el parque científico, que para bochorno de muchos, y ahí me incluyo, no conocían ni los propios universitarios. El debate abierto es uno de los más interesantes que podía desatarse en una tierra plagada de portavocías mediocres y agentes sociales miopes. En esta ocasión al menos, a diario se publican fundamentados artículos de fondo a favor y en contra del proyecto, coincidentes en su idoneidad y génesis, pero no en el desarrollo, y con un epílogo casi inalterable: hay que hablar.

Diálogo, diálogo y diálogo se pide a ambas partes. Una de ellas, por lógica la más débil, ya ha dado el primer paso en esa línea, pero el sonotone presidencial está descargado y no tiene quien la escuche.

Ahora que los escolares han vuelto a sus barracones, ni siquiera ha lugar a la esperanza de una educación mejor superada la pubertad. Lo impiden la visceralidad, la sinrazón y vaya usted a saber cuántos disparates más por no reconocer lo inevitable: el Medpark se hará. Quizás tarde. Quizás mal. Pero se hará. Y eso no es gobernar.

Es un clamor.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_