Preocupación en la plantilla de Babcock por las complicaciones en la privatización
Preocupación. Nadie quiere pronunciarse, pero la inquietud era ayer la nota dominante en la planta de Babcock & Wilcox (B&W) en la Vega de Galindo. El comité de empresa pidió a la dirección una explicación sobre la valoración negativa de las condiciones de la privatización realizada por la Comisión Europea. Bruselas ha incluido el proceso de privatización dentro del expediente general que ya tiene la empresa abierto desde 1998, por considerar que se ha vulnerado la competencia al establecerse ayudas de Estado. Este expediente se abrió por las ampliaciones de capital realizadas en 1994 y 1997, por valor de 20.000 millones de pesetas. Posteriormente se incluyó en el expediente otra ampliación de 41.000 millones de pesetas realizada en julio de 1999. Las pérdidas de B&W el pasado ejercicio ascendieron a 17.500 millones de pesetas y en el periodo 1990-1999 a 98.107 millones de pesetas.El presidente de la sociedad pública, Emilio Cabrera, prometió ayer un comunicado para explicar a los trabajadores la situación actual de la negociación entre la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), accionista de la firma, y la Comisión Europea.
B &W tiene una plantilla de cerca de 1.100 trabajadores y el plan de compra acordado entre la SEPI y la firma alemana Babcock Borsig, cuya ratificación está pendiente de la aprobación de la Comisión Europea, supone el mantenimiento de 650 puestos de trabajo
El Gobierno confía en que SEPI tenga amarrada la privatización de Babcock
El Gobierno vasco apela a su larga experiencia en Bruselas para confiar que, a estas alturas de la privatización de Babcock & Wilcox, la SEPI tenga el proceso bien amarrado. La SEPI anució ayer que el próximo martes presentará en Bruselas las alegaciones contra la consideración como ayudas de Estado a las inversiones incluidas en el acuerdo con la empresa alemana de bienes de equipo. Sin embargo, fuentes del Departamento de Industria indicaron que se hará una consulta a la sociedad pública para saber cómo está el proceso de privatización.El acuerdo entre la SEPI y Babcock Borsig establece como condición la autorización de Bruselas. La Comisión ha recordado por su parte que la vulneración de los tratados en cuestiones de competencia tiene "efectos suspensivos". El acuerdo de compraventa de B&W se cerró el pasado 9 de febrero, después de cuatro años de intentos frustrados. La documentación provisional de dicho acuerdo fue transmitida para su autorización a la Comisión Europea. Ésta, con fecha de 7 de julio, envió una carta al Gobierno español para que en el plazo de un mes desde su recepción hiciera las alegacioness, un proceso que está abierto ahora a terceros.
El acuerdo de privatización establece la creación de una nueva sociedad, NewCo, a la que se transfieren determinados activos de B&W y 650 trabajadores; el total de la plantilla supera los 1.000. Babcock Borsig se compromete a pagar por NewCo 45 millones de euros (7.487,37 millones de pesetas). Además de esta cantidad, la firma alemana asegura que no se repartirá dividendo en cuatro años, que durante cinco años hará aportaciones de tecnología gratuita y que mantendrá los fondos propios por encima de 20 millones de euros (3.327,72 millones de pesetas).
Más allá de estos compromisos, en el periodo 2000-2004 realizará inversiones por un total de 135,5 millones de euros (22.545,3 millones de pesetas). Esta cantidad es insignificante si se compara con las aportaciones de la SEPI. En pagos para la creación de NewCo y en inversiones, la SEPI desmbolsará 250 millones de euros (41.96,5 millones de pesetas), y para coberturas de pérdidas por contratos transferidos, reclamaciones de anteriores ventas y para la liquidación de B&W tendrá dispuestos 276,5 millones de euros (46.005,73 millones de pesetas).
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