El nuevo Reglamento del Congreso creará una oficina para controlar la ejecución del presupuesto

El camino para que todos los grupos parlamentarios puedan estampar su firma en un nuevo Reglamento del Congreso se ha desbrozado después de dos días de trabajo y reflexión en el aragonés Monasterio de Piedra, presididos por la presidenta de la Cámara baja, Luisa Fernanda Rudi. Por fin habrá una oficina presupuestaria, dependiente de la Presidencia, a través de la cual los grupos podrán controlar la ejecución de los Presupuestos Generales del Estado. Esta oficina había sido solicitada en los últimos 10 años como una necesidad, especialmente por los grupos de la oposición.

Hay acuerdo para que esta oficina exista, así como para agilizar los debates presupuestarios. Los participantes en estas jornadas, miembros de la Mesa y portavoces, vuelven con borradores. Pero será a partir de ahora cuando se constituya oficialmente un grupo de trabajo, formado por diputados de todas las fuerzas parlamentarias, encargado de redactar la proposición de ley que dará lugar a un nuevo Reglamento.La presidenta del Congreso, Luisa Fernanda Rudi, destacó ayer "el altísimo grado de consenso y la voluntad constructiva de los grupos", aunque reconoció que no todo está hecho, ya que las cuestiones más conflictivas se han orillado para tratarlas en sede parlamentaria. Fuentes del PSOE coincidieron también en poner de manifiesto el espíritu de consenso y la disposición mostrada por todos los representantes políticos, y observaron que todos los grupos han tenido que hacer concesiones para conseguir que el consenso sea amplio y que la reforma del Reglamento no vuelva a quedar bloqueada.

Con el encuentro de estos días se completa la revisión del Reglamento de la Cámara, que los grupos iniciaron el pasado mes de julio en el Parque Nacional de Ordesa (Huesca).

La nueva oficina presupuestaria servirá para asesorar a los diputados sobre la actividad legislativa que tenga repercusión en los ingresos y el gasto público, y recopilará la información económica y presupuestaria que elaboren otras instituciones públicas y privadas.

La configuración del debate presupuestario será más ágil. En primer lugar, se debatirá la totalidad del proyecto de ley en el cual el Gobierno presentará los Presupuestos Generales del Estado (PGE). En segundo lugar, será la Comisión de Presupuestos la que analizará las enmiendas parciales sobre el contenido de los PGE, en cuyo debate participará el ministro correspondiente. Por último, una nueva discusión en el pleno de la Cámara fijará las posiciones definitivas de los grupos, de forma que en los plenos sólo habrá debates meramente políticos.

La celebración anual del Debate sobre el Estado de la Nación también quedará consagrada en el nuevo Reglamento. Hasta ahora constituía un uso parlamentario, inaugurado por el ex presidente Felipe González, pero no una obligación. Se regulará el acceso del Congreso de los Diputados a los secretos oficiales y el control sobre los gastos reservados a través de una comisión parlamentaria especializada en estas materias y presidida por el presidente de la Cámara.

La reunión en el Monasterio de Piedra ha servido, además, para concluir el examen de la regulación del procedimiento legislativo, con la revisión de procedimientos especiales como la reforma de la Constitución o la modificación de los Estatutos de Autonomía. Rudi señaló que no se habían abordado los sueldos de los parlamentarios.